Luzhkov supera el juego sucio y es reelegido alcalde de Moscú
El alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, ha perdido el tren que debía conducirle a hacer realidad su ambición de llegar a la presidencia de Rusia pero, cuando menos, ha conservado su base de poder en la capital de Rusia.Según los últimos datos disponibles esta madrugada, la ventaja sobre todos sus rivales era tan grande que no dejaba duda alguna de que no necesitaría una segunda vuelta para ganar la reelección. En los primeros momentos del recuento ya tenía el 42% de los votos seguido por los comunistas con un 12%. El resultado final, por tanto, parece que va a estar muy lejos del 90% que obtuvo en junio de 1996 pero, tal como se habían puesto las cosas, puede darse por contento. Por lo menos logró que el fracaso en las legislativas del bloque político que dirige, Patria-Toda Rusia, no quebrase la fidelidad de sus paisanos moscovitas.
Respondiendo a una estrategia teledirigida desde el Kremlin, Luzhkov tuvo que enfrentarse a siete rivales, entre ellos Kiriyenko, líder de la Unión de Fuerzas de Derecha, que abrió una línea caliente telefónica para recoger denuncias de corrupción o ineficacia en la administración municipal.
En cuanto a Borodín, todavía ayer intentaba la descalificación del alcalde-candidato por supuesta violación de las normas que rigen la propaganda electoral.
Campaña eficaz
Luzhkov ha hecho una campaña eficaz, con pocos mítines y muchos hechos, inaugurando enlaces viarios, escuelas, bloques de viviendas y centros deportivos o sanitarios. El pasado martes, reunió a unas 75.000 personas cerca de la plaza Roja para demostrar que, al menos en Moscú, sigue siendo imbatible, aunque, a escala nacional, haya quedado herido de muerte.
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