Alicante cierra el año con un registro histórico al autorizar más de 4.000 nuevas viviendas

Alicante ha superado este año el registro histórico de construcción de viviendas que alcanzó a finales de los años ochenta, en plena eclosión del sector de la construcción. Durante este ejercicio, el Ayuntamiento ha autorizado 4.061 nuevas viviendas, más del doble que en 1996. El modelo de edificación ha cambiado en 1999. Ahora predominan las torres de viviendas frente a las casas unifamiliares que han prevalecido los últimos años.

La gran actividad urbanística en Alicante se refleja fielmente en la estadística del área municipal de Urbanismo, que ha autorizado, sólo en un año, la construcción de 4.061 viviendas, frente a las 3.240 de 1998, las 2.115 de 1997 o las 1.962 de 1996. Para hacer frente a aluvión de solicitudes, el Ayuntamiento ha tenido que aprobar una nueva ordenanza de licencias de obra que agiliza y simplifica los trámites de resolución de los expedientes y rebaja los costes tanto para los promotores como para la Administración local.Los planes urbanísticos diseñados en 1987, que contemplaron la edificación de más de 20.000 viviendas, han tardado en desarrollarse, pero en los últimos dos años, coincidiendo con la llegada del PP al poder local, se están ejecutando rápidamente. La nueva gestión del suelo ha favorecido el vertiginoso crecimiento de la construcción. La Ley Reguladora de la Actividad Urbanística (LRAU) de la Comunidad Valenciana, aún sin desarrollar plenamente, ha superado sus expectativas en Alicante. El ciclo de bonanza económica ha sido el complemento perfecto para justificar el auge del sector que, no obstante, se enfrenta a problemas de escasez de materiales y falta de mano de obra. Algunas empresas alicantinas desplazan autobuses a Portugal y los conducen hasta Alicante repletos de operarios de la construcción.

Alicante ha iniciado el proceso de revisión de su planeamiento urbanístico. Inexorablemente se abre ahora el debate de las necesidades de vivienda de la ciudad para los primeros años del nuevo milenio. El alcalde, Luis Díaz Alperi, del PP, lo tiene claro: con las viviendas que se están construyendo en la actualidad y con el suelo ya aprobado y programado para edificar hay oferta inmobiliaria suficiente para satisfacer la demanda en los próximos 30 años. Esa oferta supone que entre 60.000 y 80.000 personas pueden tener su residencia en la ciudad. ¿Debe la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) recalificar más suelo para construir? Atendiendo a la reflexión del alcalde la respuesta es negativa. Otra cosa es lo que finalmente suceda.

De la estadística del urbanismo local de este año se puede sacar otra conclusión: el modelo de edificación de baja altura que ha imperado en los últimos años, chalés y adosados, ha cambiado por las torres de viviendas. Basta echar un vistazo a las nuevas zonas de expansión urbanística como Garbinet o Miriam Blasco para comprobar que la edificación vertical, tan contestada en los últimos años, vuelve con fuerza a la ciudad. Fuentes del departamento municipal de Urbanismo indican que este ejercicio se han autorizado más bloques de viviendas que nunca. "Las cosas han cambiado después de varios años en los que la mayoría de licencias que otorgábamos era para bungalós o chalés".