La renovación del PSOE deja fuera a diputados veteranos
Borrell expresa a Almunia su preocupación por algunas exclusiones
El proceso de elaboración de listas en el PSOE para las próximas elecciones se desarrolla con menos conflicto que en ediciones anteriores, aunque la notoriedad de algunos excluidos hará inevitable la polémica y la crítica en la reunión del comité federal del próximo martes, en el que se pondrá el broche final a las candidaturas. Las listas de Madrid, Aragón y Castilla y León siguen abiertas por el desacuerdo entre los criterios de la ejecutiva y las federaciones.
Al final, la dirección del PSOE hará prevalecer sobre cualquier otra consideración el alto grado de renovación que van a registrar sus candidaturas para las elecciones generales. Antes de proclamar la buena nueva de la renovación, la cúpula socialista tendrá que escuchar críticas por las exclusiones y las inclusiones venidas de su mano y contrarias al criterio de los territorios. El grueso del trabajo se desarrollará mañana, cuando la Comisión Federal de Listas, compuesta por 11 personas entre las que están importantes dirigentes federales como Ciprià Ciscar, Ramón Jáuregui y Alfonso Perales, reciba a los responsables de Navarra, La Rioja, Andalucía, País Vasco, Valencia, Ceuta, Melilla, Canarias y Madrid.El paso por ese tribunal de otras federaciones sólo ha servido para conocer el sentir genérico de sus dirigentes, ya que algunas listas han quedado abiertas. Ha sido el caso de Madrid, Aragón y Castilla y León.La novedad en esta ocasión es que no se ha cerrado ninguna candidatura definitivamente ante la posibilidad de que pueda haber cambios de última hora a instancias de la ejecutiva para solucionar algún conflicto o incluir algún compromiso que la dirección estima ineludible.
Madrid, una vez más, es fuente de conflicto como ya se ha puesto de manifiesto al ser aprobada la lista por su comité regional con un 60% de rechazo (con la abstención, ya que si no hay lista alternativa no se puede votar en contra). Pero ni siquiera las cosas quedarán como se aprobaron con ese escaso margen de apoyo, sino que se dará una vuelta de tuerca más ya en el Comité Federal cuando se incluya al secretario general de la Federación Socialista Madrileña, Jaime Lissavetzky, según reveló ayer este periódico.
Los sectores que ya se sentían maltratados por la escasa posibilidad de que resultaran elegidos sus representantes estaban consternados por la merma aún más de sus oportunidades para resultar elegidos. Si Lissavetzky figura en el número siete y, por tanto, la lista sigue bajando, se situará al representante de Izquierda Socialista, Antonio García Santesmases, en el número 16; a Cristina Narbona en el 17, y a Manuel Escudero en el 18. En las pasadas legislativas los socialistas obtuvieron en Madrid 11 diputados.
Los representantes de esta corriente, en especial Manuel de la Rocha, pide a la ejecutiva que no consume la exclusión de García Santesmases, que significaría en la práctica la desaparición de la representación de Izquierda Socialista en las instituciones en un momento en el que se habla de la apertura del PSOE a otros sectores de la izquierda. De la Rocha, además, llama la atención sobre el hecho de que precisamente quienes salen peor parados son aquellos que apoyaron a José Borrell en las primarias frente a Joaquín Almunia.
En este sentido, el propio Borrell, de manera "cordial y discreta", según las fuentes informantes, expresó a Almunia esta semana en el Congreso cierta preocupación porque pudiera interpretarse que quienes le apoyaron son castigados ahora, a pesar de que él siempre se ha negado a admitir que existiera una corriente borrellista. Estos mismos interlocutores aseguran que Borrell habló a Almunia en concreto de Manuel Escudero, que fue nombrado por él para elaborar el programa electoral. Almunia, después de la dimisión de Borrell, le mantuvo en su puesto y ha trabajado como mano derecha de Juan Manuel Eguiagaray en la confección del programa.
Aunque desde la dirección federal se asegura que no hay ningún criterio de eliminación de los ex colaboradores de Borrell, lo cierto es que la mayoría de los problemas está en quienes en su momento apostaron por él como candidato a la presidencia del Gobierno. Narbona confiaba, tras una conversación con Almunia hace semanas, en no tener problema para ser diputada por Madrid, pero en el puesto en que se la ha colocado no tiene ninguna posibilidad. La ejecutiva le ha ofrecido en las últimas horas ir por Segovia pero ella se resiste a aceptar otra circunscripción que no sea la madrileña. El ex ministro Juan Alberto Belloch mantiene, con el apoyo de Zaragoza, el pulso a la ejecutiva que intenta que opte por un escaño o por el Ayuntamiento de la capital aragonesa. No hay acuerdo y el asunto llegará hasta el Comité Federal donde habrá una votación para dirimir el conflicto.
En otros casos es la ejecutiva la que trata de doblar el brazo a una provincia, como el caso de Zamora, donde se ha excluido al ex presidente de la comunidad Demetrio Madrid, contra el criterio de la cúpula socialista.
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