Amor al prójimo y resignación

El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, sostiene que nada tiene que ver con las listas electorales aunque comprende que haya "insatisfacciones". "Eso me parece inevitable siempre que no desborde determinados límites", señaló en un encuentro informativo el viernes. A pesar de que Almunia insista en que es ajeno a la confección de candidaturas, determinados sectores de distintas federaciones, entre ellas la madrileña, aseguran que de su mano vienen algunas inclusiones aunque sea el secretario de Organización, Ciprià Ciscar, quien ejecute sus planes.Almunia habló ayer ante varios centenares de personas, en un debate con organizaciones cristianas, de la coincidencia entre los principios cristianos y del socialismo democrático, como por ejemplo, el amor al prójimo y la defensa de los más desfavorecidos. Sus palabras sirvieron a algunos dirigentes socialistas para llamar la atención sobre el escaso "amor al compañero" que se da en éste y en todos los partidos al dejar a su suerte a los caídos de las listas.

En esta ocasión salen de ellas veteranos parlamentarios que han dedicado entre 15 y 20 años al Congreso. El alavés Luis Alberto Aguiriano, el cordobés Pedro Moya, el alicantino Josep Beviá, el gaditano Sergio Moreno, el asturiano Álvaro Cuesta, están en el grupo de parlamentarios socialistas caídos con gran sentimiento incluso por parte de sus adversarios políticos.

Si las exclusiones obedecen a venganzas políticas no podrá demostrarse, ya que muchos quedan descolgados por el criterio de que ningún género tenga menos del 40% de representación. Los caídos de las listas exhiben una considerable de resignación porque hace muchos meses sabían que su cumplimiento les iba a expulsar del escaño. El criterio "cremallera", es decir, un hombre, una mujer, se está cumpliendo a rajatabla: 12 encabezan listas y 37 ocupan el número dos.