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Francia y Reino Unido perdonarán la deuda de los países más pobres

Los Estados beneficiarios deberán emplear las ayudas en fines sociales

Los Gobiernos de Francia y del Reino Unido coincidieron ayer en anunciar sus planes para condonar la deuda externa a distintos países pobres, como se habían comprometido a abordar durante la última cumbre del Grupo de los Siete en Colonia. París anulará durante los años 2000 y 2001 más de un billón de pesetas, mientras que Londres perdonará las deudas de al menos 25 países, por valor de centenares de millones de dólares, según aseguró ayer el ministro británico de Economía, Gordon Brown.

Francia tiene previsto anular durante los años 2000 y 2001 más de 40.000 millones de francos (1,1 billones de pesetas) de la deuda de los países más pobres, como ya se comprometió durante la cumbre de los siete países más industrializados (G-7) de Colonia, según anunció ayer el Ministerio francés de Economía.El país galo contribuirá, como estaba previsto, a esta iniciativa tomada en junio "con aproximadamente 7.000 millones de euros, entre ellos 24.000 de ayuda pública al desarrollo", dijo un representante del ministerio.

Esta medida afectará a aproximadamente 28 países y la fecha de la anulación efectiva se decidirá conjuntamente con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial durante los años 2000 y 2001.

Por otra parte, al menos 25 países del Tercer Mundo se verán beneficiados por una decisión similar tomada por el Reino Unido para condonar centenares de millones de dólares de la deuda bilateral de las naciones subdesarrolladas incluidas en la Iniciativa para los 25 Países Pobres Fuertemente Endeudados. "Tenemos que hacer que se mueva el proceso de reducción de la deuda" de los países más pobres, aseguró el ministro de Economía británico, Gordon Brown, en una entrevista que publicó ayer el diario The Guardian. Brown anunciará el próximo martes, junto con la ministra para el Desarrollo Internacional, Clare Short, los detalles de la propuesta británica, que surge tras una iniciativa similar de Estados Unidos.

La reciente revisión de este programa de ayuda garantiza que el alivio de la deuda se destinará a reducir la pobreza en lugar de emplearse en la compra de armas o perderse en los bolsillos de funcionarios corruptos.

"Estamos decididos a emplear todas las energías que podamos en presionar a la comunidad internacional", aseguró Brown, que apuntó que otros países europeos podrían seguir pronto estos ejemplos y cancelar el cien por cien de la deuda bilateral de los países subdesarrollados.

A finales de enero, los primeros cuatro países -Uganda, Mozambique, Bolivia y Mauritania- verán comenzar la reducción de su deuda, y para agosto se espera que esa cifra alcance a los diez estados. Antes de concluir el año 2000, la cifra de beneficiados por la iniciativa británica habrá alcanzado a los 25 países.

En declaraciones a la emisora de radio BBC, el ministro indicó ayer que el Gobierno británico se asegurará de que el dinero que los países pobres ahorren con la cancelación de la deuda se destine a fines productivos. Según Brown, existe "una garantía de que si la deuda se cancela, el dinero irá a programas de educación o sanidad o lucha contra la pobreza, y ésa es la condición en que se proporcionará la condonación futura de la deuda".

"No se trata de aliviar la deuda por aliviarla, se trata de la reducción de la pobreza como resultado de la condonación de la deuda, y también -y ése debe ser nuestro objetivo para el milenio- de conseguir el desarrollo económico para que estos países puedan crecer y puedan crear empleo para su población", subrayó.

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