Duran reclama un debate sobre la entrada de CiU en un Gobierno de coalición en Madrid El dirigente de Unió opta hoy, en el 21º congreso, a presidir de nuevo el partido

Convergència i Unió deberá replantearse las fórmulas de colaboración con el Gobierno central si la coalición sigue ejerciendo el papel de bisagra en la política española tras las elecciones generales. Josep Antoni Duran Lleida, máximo dirigente de Unió, propone en su programa de actuación aparcar el modelo de los pactos de gobernabilidad, utilizado con el PSOE y con el PP en las dos últimas legislaturas. De forma implícita, Duran abre la puerta a la entrada de los nacionalistas catalanes en un Gobierno de coalición en Madrid. UDC celebra hoy en Sitges su 21º congreso.

El programa de la candidatura de Duran, que opta a presidir de nuevo el comité de gobierno de Unió, no descarta una situación de acuerdos parlamentarios similar a la del País Vasco: un pacto nacionalista en Cataluña y otro en Madrid con una formación de ámbito estatal. CiU mantiene su apuesta de negociar un acuerdo de legislatura con Esquerra Republicana en Catalunya, aunque la ha pospuesto hasta después de las generales.Respecto a Madrid, en cambio, Duran Lleida apuesta por abrir un debate en el seno de la coalición nacionalista sobre la conveniencia de modificar las fórmulas de colaboración que CiU ha mantenido con el PSOE y con el PP en las dos últimas legislaturas. "Deberá debatirse a fondo", se afirma en el documento de UDC, "el instrumento más idóneo para compatibilizar la acción decisiva de la coalición de CiU en la gobernabilidad y en la estabilidad y en nuestros legítimos intereses como partidos". El comité de gobierno de Unió se compromete a fomentar esta discusión previo debate en un consejo nacional.

Divergencias con CDC

El programa de actuación futura de Unió mantiene planteamientos ideológicos y de estrategia en algunos casos muy distantes a los de sus socios de Convergència. Las divergencias se centran sobre todo en el campo nacionalista. Los democristianos anteponen el incremento del Estado de bienestar al propio reconocimiento de la identidad nacional de Cataluña. Esta estrategia es la que puede facilitar, según consta en el documento, el acercamiento de Unió hacia el segmento social inmigrante. "Tenemos que romper la barrera que como nacionalistas encontramos para llegar a los ciudadanos de lengua o cultura no catalanas", se afirma. "Un pueblo, una nación, una comunidad no tienen sentido si no se entienden como el conjunto de las personas que lo configuran: todas y cada una de las personas", se añade.

Unió también marca profundas distancias ideológicas con la Declaración de Barcelona, a la que sólo le une el compromiso de "desarrollar la inexistente conciencia de la pluralidad nacional, lingüística y cultural del Estado". Más allá, UDC constata diferencias "importantes" con el PNV, CDC y el BNG en los "ámbitos socioeconómicos o internacionales".

El máximo dirigente de Unió obvia en su informe profundizar en el debate de las relaciones con Convergència, asunto que centrará el congreso extraordinario de julio. Duran descarta la fusión con CDC, pero apuesta por modificar los mecanismos internos de funcionamiento de la coalición. Para que UDC pueda afrontar la negociación desde una posición de fuerza, Duran Lleida propone el reforzamiento de la estructura del partido incrementando su presencia territorial y el número de sus militantes, y estrechando las relaciones de la dirección con las bases.

En materia parlamentaria, el dirigente democristiano entiende que un posible Gobierno de coalición con otras fuerzas nacionalistas, en referencia a ERC, no impide consensuar los grandes objetivos de esta legislatura: pacto de autogobierno, mejora del sistema de financiación y reorganización territorial. "De manera singular", afirma, "con la principal fuerza de la oposición en el Parlament y con gran poder local, es decir, el PSC".