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La industria española se prepara para la renovación de 22 millones de televisores

Doce años para adaptar o cambiar los receptores, en función de la TV digital terrestre

Rosario G. Gómez

Después de Reino Unido, España será el segundo país europeo en implantar la televisión digital terrestre (TDT). Para el primer trimestre de 2000 se espera el bautismo del sistema, con el comienzo de las emisiones del primer operador (Onda Digital), y como fecha límite el 2002 estarán en el aire las emisiones en digital de las cadenas privadas. Para captar esas ofertas no basta sintonizar el televisor convencional: será necesario agregar un descodificador al receptor actual o cambiar de aparato. La industria se prepara para adaptar o sustituir 22 millones de televisores en doce años.

Los defensores del nuevo sistema describen un universo de nuevos servicios, desde el comercio electrónico y la banca intractiva, hasta el televoto y los videojuegos, como posibilidades de uso común con la tecnología digital. La TDT facilitará incluso la televisión móvil gracias a la utilización de una frecuencia única en todo el territorio nacional. El usuario podrá recibir las señales en automóviles o trenes con gran calidad de imagen y sonido, algo que con las actuales transmisiones analógicas no es posible.Si se cumple el plan marcado por el Gobierno, todas las cadenas públicas o privadas estarán obligadas a emitir en digital. Para las privadas, la fecha tope es el 2002. De hecho, si las actuales concesionarias obtienen la renovación de su licencia (el año próximo) deberán comenzar sus emisiones en sistema digital terrestre antes de dos años desde la renovación.

Tecnológicamente, la incorporación del nuevo sistema tendrá ventajas y riesgos. Por un lado beneficiará a la industria electrónica y a las compañías de telecomunicaciones (fabricación de receptores, creación de contenidos audiovisuales) y los ciudadanos tendrán acceso a mayores posibilidades de ocio y de información. Pero en este proceso, España apenas tiene modelos en los que fijarse. "Existe un riesgo: equivocarse", admite Roberto Sánchez, subdirector general de gestión de Recursos Escasos de las Telecomunicaciones, del Ministerio de Fomento.

El representante de Fomento intervino en el tercer ciclo de otoño de Comunicaciones, organizado por la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, que fue clausurado ayer. En este foro, el presidente de la Fundación Retevisión, Pedro de Torres, aseguró que "ser pioneros plantea la necesidad de aguzar el ingenio" y se preguntó cómo se comercializarán los nuevos servicios, qué contenidos triunfarán y cuál será la tecnología adecuada. Retevisión lidera la plataforma Onda Digital, que ha comenzado las emisiones en prueba.

Según el calendario expuesto por Sánchez, el proceso de entrada en servicio del nuevo sistema será gradual, hasta que el 1 de enero del 2012 se produzca el apagón analógico. Esto significa que todas las cadenas deberán emitir en digital. Advirtió, no obstante, de la posibilidad de que la red no esté suficientemente desarrollada o el parque de receptores no cubra toda la población para esa fecha, como factores que, llegado el caso, aconsejarían un aplazamiento de la fecha límite.

El actual parque de receptores (22 millones de unidades) está preparado para recibir exclusivamente las señales analógicas. Captar las emisiones de TDT será posible con la incorporación de un descodificador. Los fabricantes de equipos estiman que en el 2012 todos los aparatos serán digitales. De hecho, cada año se renuevan en España alrededor de dos millones de unidades, teniendo en cuenta que su vida media útil es de diez años.

Los televisores del futuro llevarán incorporado el software necesario. Pero, de momento, la industria y los radiodifusores europeos han llegado a un consenso para desarrollar un descodificador abierto bajo la norma MHP. Hasta que tal sistema esté operativo, algunos de los expertos que asistieron al curso universitario creen que Onda Digital se inclinará hacia el modelo Open TV, el mismo de Vía Digital.

La Asociación Nacional de la Industria Electrónica (ANIEL) ya planteó en la Asociación Europea de Fabricantes de Equipos de Electrónica de Consumo la necesidad de llegar a un acuerdo para que el estándar sea "único y no propietario, de modo que todo el mundo pueda fabricarlo", asegura Edmundo Fernández, subdirector de ANIEL. Hasta finales del próximo año no estará listo para su aplicación a los nuevos aparatos. Enrique Ruiz, directivo de Motorola, asegura que el sector "está perfectamente preparado para fabricar estos nuevos descodificadores y televisores". Ruiz compara la futura expansión de la TV digital terreste con el desarrollo que hace poco más de una década experimentaron los ordenadores.

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