La EMT adjudica la instalación del sistema que va a permitir saber en la parada cuánto tardará el autobús
La Empresa Municipal de Transportes (EMT) ha adjudicado a ETRA, del grupo ACS, y a Indra la colocación del Sistema de Ayuda a la Explotación (SAE), que permitirá a los usuarios saber, en la parada, cuánto va a tardar en llegar el autobús que esperan. En una pantalla electrónica situada en la marquesina aparecerán indicados los minutos que quedan hasta que aparezca el autobús deseado. Para que esto sea posible, los vehículos de la EMT deberán estar conectados con un ordenador central que será el que reciba y distribuya la información.Las dos empresas calculan que tardarán 22 meses en instalar el nuevo sistema en 1.000 autobuses (la EMT cuenta con 1.800). Se irá instalando paulatinamente y costará 1.273 millones de pesetas.
La EMT lleva probando el SAE desde finales de 1996. Mediante un sistema de telecomunicaciones, cada autobús, que estará equipado con un microprocesador, enviará, de forma automática, datos relativos a su posición y a la velocidad a la que se desplaza en cada momento. Un cerebro central, situado en Fuencarral, será el encargado de recibir y procesar los datos. Este ordenador central está enlazado con un programa informático dotado con órdenes suficientes para deducir cuánto va a tardar cada autobús en llegar a la parada. Transmitido el dato a la marquesina, el usuario podrá verlo. Lo que hace el ordenador central es, por así decir, calcular ininterrumpidamente.
El sistema que instalarán ETRA e Indra prevé montar en cada autobús un ordenador, un sistema para emitir y recibir mensajes y un elemento de localización por satélite (GPS). También colocará 30 terminales de información en las marquesinas. De todo este sistema se beneficiarán los aproximadamente dos millones de viajeros diarios que transporta la Empresa Municipal de Transportes.
El concejal socialista Eugenio Morales, durante los periodos de pruebas, ha valorado bien el sistema del SAE, pero ha puesto una objeción: "Si no se arregla la circulación, no se despejan los carriles reservados para los autobuses y no se acaba con el caos y la indisciplina, esta inversión millonaria no servirá de nada, ya que permitirá, exclusivamente, que se sepa exactamente dónde está atascado cada autobús".
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