El rumbo de la Liga se dirime en el Finisterre

En una Liga que asiste atónita al declive de los dos dinosaurios de siempre, la gran cita del momento está en el Finisterre. Nunca la vieja y enconada disputa entre Deportivo y Celta había acaparado tanta atención en el resto de España. Y es que esta vez se pone en juego algo más que la eterna querella tribal de turcos (los del Depor) contra portugueses. Esta noche en Riazor (21.00, autonómicas y La 2) se enfrentan primero contra segundo, los dos equipos que han presentado hasta ahora argumentos más convincentes para reemplazar el dominio de Barça y Madrid. El partido puede tener gran trascendencia sobre el porvenir de la Liga, ya que un triunfo del Deportivo le distanciaría ocho puntos del Celta y le afianzaría en el liderato.Esta vez, hasta los más hiperbólicos lugares comunes guardan cierta correspondencia con la realidad. Porque no resulta exagerado decir que el fútbol gallego vivirá hoy su duelo del siglo: nunca en toda la historia ambos equipos se habían enfrentado en posiciones tan privilegiadas. La última vez que se midieron Deportivo y Celta ocupando las dos primeras plazas de una competición fue en 1981, y las dos escuadras penaban en SegundaB. Esa cita marcó el momento más bajo del fútbol gallego, que 18 años después se ha elevado a alturas impensadas, aunque para ello haya tenido que recurrir a un ejército de foráneos (Fran, en el Depor, y Coira, en el Celta, son los únicos gallegos en sus plantillas).

Pero, al margen de la significación del duelo para el futuro de la Liga, el partido también promete una interesante pugna futbolística. El Celta es un equipo generoso, de porte elegante, que siempre quiere llevar la iniciativa. Esta noche actuará, además, impulsado por la urgencia de evitar que su rival se despegue al frente de la tabla. Al Deportivo -lo ha reconocido estos días su entrenador, Javier Irureta- no le importa que el rival tenga el balón, casi lo prefiere, porque su fútbol se basa más en la consistencia defensiva y en los zarpazos de su implacable delantera. Hasta hace no mucho, en los clásicos gallegos se había impuesto la tendencia de los duelos temerosos, con pocos goles y los equipos paralizados por la presión. La rutina se rompió la temporada anterior, en la que hubo cuatro enfrentamientos entre Liga y Copa, todos vibrantes y con un balance claramente favorable al Deportivo, que obtuvo dos victorias y dos empates.

El Celta se tomó una pequeña revancha el pasado agosto, cuando ganó en Riazor 3-1 en las semifinales del Trofeo Teresa Herrera. Desde entonces, los vigueses se han mantenido en una línea similar, aunque este año su fútbol sea algo menos brillante y algo más precavido, mientras el Deportivo se transformaba radicalmente: empezó la Liga con muchas dudas, pero su impresionante racha de seis victorias consecutivas le ha propulsado al primer puesto. "Somos los que más tenemos que ganar", proclamó ayer Irureta, "con una victoria, romperíamos récords". Por lo demás, la única ausencia a lamentar es la de Fran, con molestias en una rodilla.

Deportivo: Songo"o; Manuel Pablo, Donato, Naybet, Romero; Flavio, Mauro Silva; Víctor, Djalminha, Turu Flores; y Makaay.

Celta: Dutruel; Velasco, Cáceres, Djorovic, Juanfran; Makelele, Giovanella; Karpin, Mostovoi, Gustavo López; y Turdó.