"Inquietar"

Es el término con el que inició su intervención Felipe González en las recientes jornadas, organizadas por la Confederación de Empresarios de Andalucía, sobre relaciones laborales y concertación social. En principio, no concedí mayor importancia a la utilización del término. Cada uno, más cuando se ha sido presidente de Gobierno, es muy libre de comenzar una intervención usando las palabras que entienda atractivas, aunque, más tarde, no añadan nada nuevo.Sin embargo, a veces, las cosas no son así. Ésta ha sido una de ellas. Si no nos escondemos en la realidad diaria. Si los maestros dejan atrás la movilidad funcional y, cómo no, la geográfica y las interpretaciones jurídicas de siempre, puede que, de verdad, se empiece a sentir la inquietud que provoca todo cambio en las estructuras y en la forma de enfocar una economía que mete sus raíces en el siglo XIX.

Esta inquietud pudo provocarla el intento de esbozar algunos trazos de las relaciones laborales en el siglo XXI. Ni la flexibilidad como sinónimo del despido libre, ni la rigidez en el empleo, a su juicio, son conceptos válidos para el futuro. Hay que fomentar la cultura del emprendedor. Las presiones familiares y sociales no deben actuar eliminando la creatividad que tiene toda persona desde la infancia. La titulación no crea empleo, ni el salario es el único elemento sobre el que recae la obligación de contener la inflación en empresas cuyos beneficios, en plazos breves, alcanzan el 80%. Es razonable que pueda provocar inquietud.

Enhorabuena a la CEA por posibilitar que, dentro de su organización, se oigan palabras que puedan inquietar. Sin duda fruto de un talante abierto, aunque tal vez se eche de menos que este atrevimiento no haya sido completo, facilitando que, en el panel jurídico, compartan mesa jueces de otras asociaciones, como Jueces para la Democracia, y tal vez se eche de menos que, en el panel social, no esté representada la economía social, que tanto trabajo genera en esta comunidad y que, lógicamente, tiene que tener su protagonismo en la concertación social. En cualquier caso, unas jornadas interesantes.

EUGENIO SUÁREZ PALOMARES