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Las dos Irlandas crean su primer órgano común desde la partición

Los líderes de ambos lados de la frontera irlandesa dejaron ayer de lado la hostilidad de décadas para reunirse y poner en marcha un nuevo Consejo de Irlanda. En una exhibición de unidad sin precedentes, el primer ministro de la República de Irlanda, Bertie Ahern, acompañado por su Gobierno en pleno, penetró en el corazón de Irlanda del Norte para reunirse allí con los dirigentes de la provincia británica.

"Durante demasiado tiempo, el conflicto y la división política nos llevaron a volvernos las espaldas en lugar de tratarnos cara a cara", declaró Ahern. "Esa era ha terminado y el día de hoy fija su final". Así habló, después de cuatro horas de conversaciones con el primer ministro del Ulster, el protestante David Trimble, y su número dos, el católico Seamus Mallon, para constituir el Consejo Ministerial Norte-Sur, que desarrollará el comercio y turismo de la isla.El encuentro, celebrado en una antigua residencia de arzobispos protestantes en la ciudad de Armagh, contribuyó a cimentar el vertiginoso proceso de paz en Irlanda del Norte casi 80 años después de la partición. En un día rico en simbolismo, Ahern y otros 24 ministros de las dos Irlandas creaban así un cuerpo institucional por encima de sus fronteras, que es uno de los puntales del Acuerdo de Viernes Santo (1998), que estableció el marco para concluir 30 años de violencia sectaria en la provincia.

La nota discordante la pusieron los dos ministros norirlandeses del Partido Unionista Democrático, del reverendo Ian Paisley, el ayatolá del unionismo probritánico. Los dos boicotearon la sesión inaugural de un Consejo que consideran que empujará a la provincia británica hacia la unión con Irlanda, el objetivo de sus enemigos republicanos.

En la sala de conferencias, Ahern intercambió vistosas sonrisas con Trimble. "Nadie debe sentirse asustado por la cooperación", declaró éste. "La cooperación más allá de las fronteras es algo común en Europa. Sólo aquí estaba inhibida, en el pasado, por un fracaso a la hora de encararlo desde el respeto mutuo".

Martin McGuinnes, el veterano nacionalista del Sinn Fein y supuesto exjefe del IRA, hoy ministro de Educación del Ulster, calificó la jornada como "histórica" y no ocultó su deseo de que ese Consejo inicie el camino hacia la Irlanda unida. "Espero que pueda ver una Irlanda unida en mi vida", declaró. En medio de la tregua de los principales grupos paramilitares, ahora queda el desarme.

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