Desarticulada una banda que falsificaba tarjetas de crédito de modo perfecto
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han desarticulado en Barcelona una red internacional que disponía de un novedoso sistema con el que falsificaba todo el proceso de fabricación de una tarjeta de crédito: desde que ésta es un trozo de plástico hasta el momento en que se le coloca la banda magnética con los datos bancarios y se le imprimen los logotipos de los bancos y de las agencias de crédito. Gracias a esto lograban una segunda tarjeta clon perfecto de la primera.Según Manuel Díaz, comisario de la Brigada de Policía Judicial, es la primera vez que se desmantela en Europa un laboratorio tan sofisticado, con máquinas y aparatos cuya existencia desconocían los propios expertos policiales. Hasta ahora sólo se habían desmontado grupos que manipulaban las bandas magnéticas de las tarjetas, pero no las falsificaban totalmente.
La operación acabó con la detención en Barcelona de tres personas -entre ellas el presunto jefe, Aarón Jorge H., un argentino de 30 años- y de otras dos en Portugal.
Toda una 'clonación'
Antonio Jiménez, el inspector jefe que ha dirigido la investigación, afirmó ayer que los aparatos con los que la banda lograba la clonación "están en el mercado, al alcance de cualquiera". "Lo que ya no está al alcance de todo el mundo son los conocimientos", puntualizó.
Con un irreprimible tono de admiración por la cualificación demostrada por la banda desarticulada, Jiménez explicó: "Por un lado de la máquina entraba la tarjeta en blanco y por el otro salía perfectamente confeccionada. En el interior, un ordenador y una poderosa base de datos proporcionaban a la tarjeta toda la información hasta convertirla en verdadera". La capacidad de producción era de 60 tarjetas en diez minutos.
En la banda magnética, el ordenador grababa los datos personales y bancarios verdaderos del dueño de la tarjeta original. Estos datos casi siempre eran de ciudadanos argentinos y las tarjetas correspondían a la empresa Argencard, por lo que los perjudicados han sido siempre de aquel país.
La policía cree que los detenidos obtenían la información de la banda magnética directamente de personas que trabajan en bancos argentinos. "Tienen a alguien bien situado en el interior de un banco. Éste les transmite la información y ellos la graban en la tarjeta clonada", indicó Jiménez.
Otra posibilidad es que la información la obtuvieran de las tiendas en las que la banda compraba con estas tarjetas. Porque servían para realizar compras de productos caros -"de objetos que no fluctúan", explica Jiménez-, como joyas, oro, relojes de marca, pieles, material de imagen y sonido y aparatos informáticos. Estas operaciones las tenía programadas la banda al milímetro y, una vez quemada una ciudad, se desplazaba a otra. Además de en España, actuaba en Francia, Portugal, Italia y Estados Unidos.
La policía aún no tiene todos los elementos para poder hacer un cálculo cierto de las ganancias del grupo, que inició su andadura el pasado mes de enero. En cualquier caso, son multimillonarias y podrían superar los 500 millones de pesetas trimestrales.
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