"Las compañías cancelan vuelos por conveniencia"

Barajas abrió el pasado miércoles su caja de los truenos cuando una densa niebla envolvió el aeropuerto; se debilitó el sistema ILS, que ayuda a los aviones a aterrizar cuando falta visibilidad; se volvieron a fundir algunos plomos en facturación, y se sucedieron, hasta 159, los vuelos cancelados. Cuarenta mil pasajeros sufrieron las consecuencias.Pregunta. Cuando se levanta y ve niebla, ¿qué piensa?

Francisco Cal. No me gusta demasiado, pero hay que tomar las cosas con cierta calma. Sé que habrá que reducir por motivos de seguridad la capacidad de Barajas si la niebla es suficientemente densa.

P. ¿Niebla densa es sinómino de 159 cancelaciones?

F. C. Si todos los aviones y todas las tripulaciones estuviesen capacitados para operar en esas condiciones, no tendría por qué haber cancelaciones. Habría retrasos, pero no cancelaciones. Es evidente que si una compañía vuela cada hora a un destino determinado y un vuelo se le retrasa, la compañía, lógicamente, monta al pasaje en el siguiente avión. Entonces, el primer vuelo se cancela por conveniencia de la compañía y eso pasa todos los días. El pasado 7 de diciembre, con magnífica puntualidad, Iberia anuló 24 vuelos.

P. El ministro de Fomento culpó el jueves a las compañías del caos por carecer de ILS...

F. C. La respuesta fue correcta. El problema está en la niebla. Si una compañía no puede entrar, y los pasajeros están durante horas esperando, ¿de quién es la responsabilidad?

P. Pero los pilotos y las compañías dicen que la mayoría de los aparatos cuentan con el ILS.

F. C. Muchas compañías tienen muchos aviones preparados, pero algunas no tienen ninguno.

P. ¿Qué pesó más: la falta de cualificación de los aviones o la niebla?

F. C. La niebla fue la causa fundamental. Si no hubiera habido niebla, no habría hecho falta la cualificación de los aviones.

P. El director del aeropuerto, José Manuel Hesse, explicó el miércoles por escrito que los retrasos se debían a motivos de seguridad, no a la falta de cualificación de los aviones.

F. C. Evidentemente, se hizo por motivos de seguridad. Hubo un momento en que había tan poca visibilidad en la plataforma [aparcamiento] que no se podían admitir más aviones.

P. ¿Ésa es otra causa?

F. C. Sí. Es la fundamental.

P. ¿Fue demasiado simplista el ministro al contar lo ocurrido?

F. C. Le repito que muchas compañías tienen aviones y tripulaciones sin cualificar. Los documentos de Aviación Civil así lo demuestran.

(EL PAÍS le muestra a Cal Pardo un listado de AENA que supuestamente prueba que más del 60% de los aviones que cancelaron sus vuelos carecían de la cualificación necesaria para niebla).

P. Esa estadística no sirve porque incluye tramos horarios en los que no hubo niebla. ¿No es eso una manipulación?

(Interviene Carlos E. Rodríguez, máximo responsable de comunicación de AENA).

Carlos E. Rodríguez. De los vuelos cancelados, el 65% no estaban preparados. No hay ninguna manipulación.

P. Según el director de Barajas, de nueve a diez de la mañana sólo se permitió la entrada de un avión por motivos de seguridad, no por falta de cualificación.

C. E. R. Según el director de Barajas, no. Según el sistema que nos da los datos, y los datos son siempre objetivos, hay una franja en la que sólo se produce una llegada. ¿Cuáles son las causas? Pueden ser una acumulación de varias razones, que van desde que el aeropuerto haya restringido los accesos o que los aviones no tengan la cualificación necesaria. Bajo condiciones de niebla, hay momentos en que se satura la plataforma y otros en que se satura el espacio aéreo.

P. Pero la única razón dada por el ministro fue la falta de equipos ILS en los aviones.

C. E. R. La niebla se mueve. Se hace más densa, se hace menos densa. Los aviones que parten de otro aeropuerto y que saben que no tienen la calificación necesaria, se cancelan en su aeropuerto de origen. Pero, a lo mejor, cuando llega la hora de aterrizar en Barajas ya no hay niebla. Pero claro, el vuelo ya ha sido cancelado.

(Interviene de nuevo el director general de AENA).

F. C. Muchas cancelaciones se deben a que el avión no ha entrado en Barajas. Si se cancela la entrada, ocurre lo mismo con su posterior salida.

P. En la avería del ILS de Barajas, según el ministro, pudo haber algo raro. ¿Sospechan de un sabotaje en el sistema?

F. C. Estamos estudiándolo. No lo puedo garantizar. Lo del ILS fue un fallo que no ha incidido para nada.

P. ¿Sospechan algo?

F. C. No. De momento no quiero sospechar hasta ver los datos. En cuanto al caso de la avería eléctrica [que afectó a los mostradores de la T1], es un poco sorprendente y hemos llamado a una compañía eléctrica para que analice las causas. Que una serie de automáticos, en baja tensión, salten aleatoriamente nos causa sorpresa. Y ha pasado dos días. He ordenado no sólo que se abra una investigación, sino que una empresa ajena a AENA haga el análisis de la avería, para ver si ha habido mala intención. No quiero imputar nada a nadie, pero no podemos estar armando diferenciales continuamente.

P. ¿Se siente usted el pim-pam-pum de los usuarios de Barajas?

F. C. Sabía dónde me metía. Sé que soy el pim-pam-pum y lo acepto, porque va en el sueldo, aunque no sea muy alto.

P. ¿Qué va a pasar el próximo día que haya niebla?

F. C. Si es un día normal, habrá ciertas demoras, sin duda, pero no habrá grandes acumulaciones. Si es un día de vuelos chárter, habrá que reorganizar esos vuelos y decirle a la gente que no venga hasta tal hora. Pero la niebla, aquí, en Londres, en Amsterdam, en todos los países, produce reducción de capacidad. Y eso significa retrasos, aunque no tiene que significar cancelaciones.