El PNV ve "irreal y estrambótico" el plan de HB, pero cree que hay bases para un acuerdo

Los partidos nacionalistas vascos no quisieron mostrarse ayer excesivamente duros con la propuesta de Euskal Herritarrok (EH) para conseguir la independencia de Euskal Herria, pese a ser conscientes de que celebrar elecciones en las tres provincias vascas, en las vascofrancesas y en Navarra como paso previo a la formación de una Asamblea Constituyente es una demanda desconectada de la realidad.El portavoz del PNV, Joseba Egibar, abandonó unos minutos la Asamblea Nacional que su partido celebraba en la sede de Bilbao para reiterar que la opinión de su formación respecto al documento de los independentistas no ha variado desde que ETA les presentase un planteamiento similar en verano: "No está pegado a la realidad, es irreal y estrambótico", dijo.

Egibar concretó que el déficit de "realismo político" que supone la creación de una "Asamblea Nacional Constituyente vasca", como propugna la coalición abertzale, introduce una discrepancia sustancial y básica con la propuesta soberanista en que está trabajando el propio PNV. Pero, lejos de descalificar de plano el proyecto, Egibar hizo un discurso en positivo y apostó por buscar con Eusko Alkartasuna (EA) y con la propia EH las "bases mínimas" de cara a un proyecto que desborde el marco jurídico y político del Estatuto de Gernika.

Posible acuerdo

"Creo que hay pilares básicos para el acuerdo", dijo el portavoz del PNV. "Hay oportunidad para chequear posiciones y ver si esas bases se dan", prosiguió Egibar. "Yo creo, sinceramente, que esas bases se dan. No podemos fijar la mirada en el escenario de llegada sino, sobre todo, en el punto de partida".

El PNV no quiere distanciarse demasiado de la coalición abertzale en este momento político. El acuerdo de colaboración parlamentaria que une a los tres partidos nacionalistas deberá pasar la próxima semana una de sus principales pruebas de fuego.

EH tiene que votar en contra de las enmiendas a la totalidad a los presupuestos del País Vasco que ha presentado toda la oposición y que se debatirán el martes en la Cámara de Vitoria. Eso es lo pactado y firmado, pese a que la diputada de la coalición Rakel Peña introdujo el viernes más incertidumbre al asegurar que, de momento, sigue sin haber acuerdo y que "todas las posibilidades están abiertas". Fuentes del Gobierno vasco reiteraron ayer, tras conocer el documento, que no van a "variar ni un ápice" los acuerdos suscritos con EH.

La lectura con críticas contundentes, pero en positivo, que hizo el PNV también responde al deseo real de buscar un consenso con el resto de los nacionalistas para desarrollar un proyecto que avance hacia la soberanía plena de Euskadi. El PNV tendrá aprobado su proyecto el 15 de enero, cuando la Asamblea Nacional dé luz verde a su ponencia política.

Egibar explicó que ha llegado la hora de "alzar la voz y de ver a qué nuevo escenario nos dirigimos, pero de manera real, y que cuente con la libre adhesión de los ciudadanos", pero, a partir del actual marco político. "Un proyecto que en sus bases es perfectamente posible articularlo entre nacionalistas", auguró.

Mientras en Bilbao el PNV ratificaba sus listas para las generales -Iñaki Anasagasti, Joxe Joan González de Txabarri, Juan José Otxoa de Eribe y José Manuel Goikoetxea serán los primeros candidatos al Congreso por Vizcaya, Guipúzcoa, Álava y Navarra, respectivamente-, en Pamplona, el portavoz de HB, Arnaldo Otegi, explicaba a más de 500 cargos electos, dirigentes y simpatizantes de la coalición, la propuesta independentista.

Acompañado por Joseba Permach y Pernando Barrena, Otegi leyó en euskera y castellano un comunicado que reproducía párrafos enteros del documento, informa Mikel Muez. Ninguno de los dirigentes de HB admitió preguntas de los periodistas.

El presidente peneuvista, Xabier Arzalluz, aprovechó la presentación de los candidatos para recalcar que ni ETA ni HB les han hecho ni una "indicación clara" para que no se presentaran a los comicios de marzo.

Las críticas de los partidos no nacionalistas no se hicieron esperar. El dirigente socialista Ramón Jáuregui dijo que la iniciativa "constituye una ofensa a la inteligencia y a la democracia". Javier Madrazo, coordinador de IU-EB, formación integrada en el pacto de Lizarra, apuntó que "la propuesta está abocada al fracaso porque es excluyente". El PP vasco aplazó hasta hoy su respuesta oficial.