Construyendo en el aire
La amenaza reactivada de ETA ha aconsejado quizá al PNV y a EA ser comedidos al valorar la iniciativa presentada ayer por Euskal Herritarrok. "Falta de realismo" ha sido el benévolo diagnóstico a la invitación de convocar de forma inmediata unos comicios en todos los territorios vascos para crear la "Asamblea Constituyente de Euskal Herria". No casualmente, la "propuesta concreta" para la construcción nacional que Arnaldo Otegi anunció el 29 de noviembre, al día siguiente del anuncio del fin de la tregua, consiste en una versión más perfilada de la oferta que la propia ETA transmitió al PNV el pasado verano.El partido de Arzalluz la consideró entonces "estrambótica". Pero "irreal" y "estrambótico" son dos adjetivos de situación. Califican la falta de conexión de la propuesta con sus destinatarios -no sólo los ciudadanos de la comunidad autónoma vasca, sino también los de Navarra y el País Vasco francés, donde las opciones nacionalistas no superan el 20% y el 10%, respectivamente, de los votos-, pero no hacen un juicio moral sobre la misma. Lo cierto es que por más que en los 16 folios del documento de EH-HB el sustantivo "democracia" y el adjetivo "democrático/a" se asomen en 61 ocasiones, la democracia realmente existente, la que tiene en cuenta las opiniones y la voluntad de los ciudadanos, no aparece por ninguna parte.
La creación de la "Asamblea Constituyente de Euskal Herria" y la definición posterior del nuevo "marco político-jurídico" para los seis territorios vascos no es, desde la perspectiva de EH-HB, el resultado de la decisión de sus ciudadanos, sino algo predeterminado. De ahí que su documento detalle las funciones que tendría esa asamblea y, por contra, evite cualquier precisión sobre el procedimiento para su elección (convocatoria, censo, circunscripciones, sistema electoral, candidaturas). El planteamiento, en efecto, es más que irreal. Quizá por eso ETA resolvió poner fin al alto el fuego, porque mientras estuvo vigente las cosas no avanzaban según lo previsto al iniciarlo. Porque sabe que únicamente la violencia y el miedo pueden forzar la realidad y las voluntades y lograr que los ciudadanos vascos acepten como "democrática" y razonable una construcción nacional que está diseñada sin contar con ellos. De hecho, si merece atención la propuesta de EH-HB es porque se intuye que tiene algún significado en el siniestro juego que ETA volvió a poner en marcha con su último comunicado.
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