El Celta, muy superior, avanza sin problemas en casa del Benfica

Se tomó el Celta una jornada de descanso frente al sentenciado Benfica y ni con esas pudieron los portugueses discutirle su insoportable superioridad. El equipo de Víctor Fernández se tomó un respiro en el apretado calendario de diciembre y con una selección de su habitual banquillo sometió a los de Jupp Heynkes a su mejor fútbol; al menos hasta el descanso. La siesta del Celta tomó en la segunda parte proporciones monumentales, pero incluso con ese panorama tuvo que ser un defensa celeste el que anotara el único gol benfiquista en toda la eliminatoria.Europa sigue prometiendo cosas muy sugerentes para el club vigués. Entre otras, sirvió el trámite para comprobar lo ciertos que resultan algunos tópicos que pesan sobre el Celta. Así ocurre con la necesidad de espacios: abrió el campo el Benfica y los jugadores celestes pasearon el balón por las cuatro esquinas del amplio campo lisboeta; todo lo contrario de lo que le ocurrió al equipo el domingo pasado en Soria, donde murió por asfixia.

La presión de los jugadores portugueses sobre sus rivales fue mera retórica. Jugó el Celta a placer, dominó la pelota y contempló toda la primera mitad sin la menor sensación de riesgo. Otro de los habituales comentarios sobre el conjunto vigués es que cuenta esta temporada con un banquillo que le puede evitar complicaciones cuando el calendario se ponga insoportable. Más de la mitad de los jugadores que salieron titulares han visto lo que va de temporada desde la banda, pero no se resintió lo más mínimo el estilo de juego.

Tal vez el menos brillante fue el menos suplente de todos: el israelí Revivo, que vive atrapado en un individualismo atroz. Por lo demás la prueba resultó satisfactoria para los menos habituales, y entre ellos Mazinho. Si el equipo tenía ayer una simple obligación reglamentaria, Mazinho se lo tomó como el partido de su vida, y su participación en el choque abrió más interrogantes que las que resolvió.