La nada

NEGRITASQué discusiones hay que oír y leer. Qué tristemente lejos está la oratoria clásica política de los griegos y cuan lamentablemente cerca la manida de los discursos vacíos. Andan Jaén capital y Martos enfrascados en una recientísima discusión por ver qué población se denomina Capital Mundial del Aceite de Oliva. ¿Pero eso qué es? Nada. Un simple reconocimiento que quizá sirva para poner una atractiva frase en los carteles que dan la bienvenida a los coches que entran en una ciudad.No lo ven así algunas altas instancias políticas que se han descompuesto cuando el alcalde de Martos, José Saavedra, ha dicho en una feria local del aceite que ese calificativo no le corresponde a Jaén, sino a su pueblo porque es el que más extensión de olivos tiene en el mundo. Muy bien, ése es un dato, ¿pero qué más se persigue? Objetivo vacío.

La ex ministra de Agricultura y vicepresidenta de la Comisión Europea, Loyola de Palacio, ha asignado la capitalidad mundial a Jaén. Es la única que lo ha hecho, porque el Consejo Oleícola Internacional que sería quien tendría algo que decir, si es que hay algo que decir, ha guardado silencio como una tumba. Eso es todo, no hay más que rascar.

Con el periodo electoral que se avecina serán muchas más las naderías que se discutan en todos los territorios. Así van dejando pasar el tiempo, la campaña, las urnas y otros cuatro años para debatir, airadamente incluso, si la tierra es redonda o circular, aunque achatada por los polos.

Más polémicas. Otra nueva es la de la construcción de un centro de congresos en la capital. El alcalde, Miguel Sánchez de Alcázar (PP), propone que la Junta ponga las piedras en la zona norte por la que se está extendiendo la ciudad. Otros hablan de la Institución Ferial y todos se olvidan del único proyecto real que existe, el del antiguo hospital San Juan de Dios, que dejó terminado el anterior presidente de Diputación, Cristóbal López Carvajal. Hay poca memoria.

Los proyectos se hacen, se guardan y mueren de aburrimiento en algún cajón, probable futuro del Parque Temático de la Naturaleza. Los más afortunados sobreviven, aunque casi siempre con componendas que se adapten a los nuevos gustos, caso del eterno campo de fútbol de Jaén. Otras ideas tienen peor suerte, nadie les hace caso y fallecen por falta de alimento, por inanición.

CARMEN DEL ARCO