El PSOE ve fines electoralistas en el ataque a los nacionalistas vascos
El PSOE ve fines electoralistas en la postura de máxima dureza del presidente del Gobierno, José María Aznar, respecto al PNV. En opinión de su cúpula, se trataría de un intento del PP por afianzar a su electorado tradicional, supuestamente contrario a cualquier concesión a los nacionalistas. "Pedimos al presidente que trabaje para encontrar soluciones y no se convierta en el origen de nuevos conflictos que ahonden más la fosa entre los nacionalistas y los no nacionalistas", dijo ayer el portavoz socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, tras los "exabruptos", según su calificativo, de Aznar en el Día de la Constitución.A su vez, en declaraciones a la Cadena Cope, el presidente de Castilla-La Mancha, el también socialista José Bono, coincidió con ese análisis: "Aznar está obsesionado con las próximas elecciones y a veces da una imagen que roza el ridículo, porque no se puede hablar sonriendo de los asuntos que afectan al terrorismo ni hablar en claves de interpretación electoral". "Parece que todo es lícito en relación al comercio electoral", apostilló.
El PSOE cree que todavía puede endurecerse más la actitud de los populares. Así, aguarda expectante lo que diga su nuevo programa electoral sobre las penas para los delitos de terrorismo, dado que en el anterior se proponía su cumplimiento íntegro.
Ahora bien, aparte los condicionamientos electorales, los socialistas mantienen una posición de fondo con referencia a la cuestión vasca idéntica a la del PP y, por tanto, lejana a la del PNV, sobre todo desde que el líder de esta formación, Xabier Arzalluz, habla de poner en marcha un proceso de soberanía para Euskadi.
"Mesura y sensatez"
En cualquier caso, Pérez Rubalcaba reclamó ayer a Aznar que no siga por el camino emprendido de comparar al PNV con las democracias que pactaron con Hitler y de acusarle de pretender la Europa de Kosovo y no la del euro. "El tono, la forma y el lugar elegido [el Congreso] por Aznar para hablar de estas cosas no fue el adecuado. Tampoco estuvo demasiado bien el PNV [su portavoz, Iñaki Anasagasti, le calificó de "serbio"]. Pero el presidente tiene más responsabilidad porque los ciudadanos esperan de él que ponga soluciones a los problemas y no que sea su origen", afirmó Rubalcaba.
El problema, insisten los socialistas, está en la ruptura del alto el fuego por parte de ETA y en la división de la sociedad vasca. Así, ante hechos de tal magnitud, consideran que debe primar "la mesura y la sensatez" y no se ha de ahondar "en el foso que separa a los nacionalistas de los no nacionalistas".
En el PSOE también pesa la imagen de la semana anterior, en la que todas las fuerzas vascas se concentraron en la Cámara de Vitoria para rechazar la violencia, pero en un lado el PP y ellos; en otro, el PNV y Eusko Alkartasuna, y cerca de éstos, Euskal Herritarrok.
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