Aznar denuncia que dirigentes nacionalistas favorecen la limpieza étnica en el País Vasco

El anuncio de ETA de que sus comandos vuelven a estar operativos tras 14 meses de alto el fuego y el pacto de soberanía que el PNV ha ofrecido a Euskal Herritarrok y a EA merecieron ayer durísimos reproches del jefe del Gobierno hacia la formación que lidera Xabier Arzalluz. José María Aznar aprovechó el acto del 21º aniversario de la Constitución, celebrado en el Congreso, para afirmar que ETA y los nacionalistas se disponen a poner fecha a la independencia de Euskadi, dentro de una estrategia de " intolerancia y limpieza étnica".

Aznar esperó a que el presidente del Congreso, Federico Trillo, pronunciara su discurso de exaltación de la Constitución. Luego, tras el ágape, en una calculada y medida reunión con un grupo de periodistas, fue contundente en la descalificación de los nacionalistas vascos. En opinión del jefe del Ejecutivo, el PNV, EA y EH "están más cerca de la Europa de Kosovo, que representa la exclusión, la intolerancia y la limpieza étnica, que de la Europa del euro, que representa la integración y el pluralismo". El presidente avanzó en su discurso y denunció una "estrategia nacionalista programada", cuyo objetivo es lograr amarrar la autodetermianción y poner fecha a la independencia de Euskadi con la amenaza latente de que ETA se reservará siempre "el derecho a matar". Especialmente dolido se mostró Aznar al referirse al pacto de soberanía que, más allá del Estatuto de Gernika, el PNV ha ofrecido a EH y a EA. Comparó esta estrategia con la de los primeros ministros británico y francés en 1938, cuando intentaron, sin éxito, parar a Hitler con concesiones para evitar la Segunda Guerra Mundial. El portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, calificó de "intolerables" las palabras del presidente. Joaquín Almunia, secretario general del PSOE, denunció la "hipocresía" y el doble rasero que el PP utiliza en sus relaciones con los peneuvistas.