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La Bolsa alemana busca consolidar en solitario su dominio en la zona euro

La Bolsa alemana asestó ayer un golpe al proyecto de un mercado de valores paneuropeo firmado el 20 de septiembre entre las ocho principales bolsas europeas. El consejo de administración de la Bolsa de Francfort, controlado por los bancos alemanes, aprobó una reforma a fondo que incluye un cambio de nombre (pasará a llamarse Euroboard), y que para numerosos observadores supone un intento de consolidarse en solitario en la zona euro.

Además del nombre, la Deutsche Börse, sociedad de la Bolsa alemana, estudia cambiar su estructura de propiedad el próximo año. El modelo aún no se ha decidido, pero la opción que cuenta con más posibilidades es la de colocar las acciones de la sociedad (ahora mayormente en manos de grandes bancos) entre inversores privados mediante una ampliación de capital. Estas acciones, a su vez, cotizarán en Bolsa.El nombre elegido para reflejar este cambio de modelo es el de Euroboard, sin alusiones al origen alemán del mercado, al tiempo que se planea la creación de un sistema de negociación de acciones a través de la red Internet con el nombre de European Communication Networks.

Todo esto ha levantado las sospechas. Para muchos analistas, estos proyectos reflejan a las claras las intenciones de la Bolsa alemana de liderar o incluso de suplantar en solitario el proyecto de mercado paneuropeo aprobado el pasado día 20 de septiembre por ocho Bolsas europeas, entre las que se encuentran las españolas, lideradas por la de Madrid.

El presidente de la Deutsche Boerse, Werner G. Seifert, citó ayer como uno de los objetivos estratégicos de la sociedad "el rápido establecimiento de un mercado al contado con las siete restantes plazas de la prevista alianza de Bolsas europeas", aunque algunos analistas consideran que este acuerdo entre Bolsas europeas podría peligrar tras los planes de reestructuración de la alemana. "La Bolsa alemana claramente quiere dominar Europa, ya sea en solitario o como orquestadora de la alianza", según declaró al Financial Times un alto funcionario de una de las otras Bolsas europeas.

El consejo de la Bolsa alemana ha presentado esta medida, sin embargo, como una consecuencia lógica del proceso de creciente interrelación de los mercados europeos.

La estructura económica de la sociedad no es tan importante como el nombre elegido, ya que las Bolsas españolas son sociedades anónimas desde hace más de 10 años, cuando se aprobó la Ley de Reforma del Mercado de Valores en un régimen paritario.

La Bolsa de Londres también estudió recientemente la posibilidad de convertirse en sociedad anónima, algo que entonces se interpretó como una puerta abierta al posible intercambio de acciones entre todas las bolsas que firmaron el acuerdo para crear un mercado paneuropeo de acciones.

Hace 17 meses, ocho Bolsas europeas (Francfort, Amsterdam, Bruselas, Madrid, Milán París, Zúrich y Londres) desvelaron planes para formar un mercado paneuropeo en el que se negociasen las acciones de las 300 principales compañías europeas. Pero no pasó mucho tiempo antes de que surgiesen probleas y desencuentros entre todos ellos que llevaron a la semiparalización del proyecto, antes del golpe asestado ayer por la Bolsa de Francfort. Los principales encontronazos se dieron sobre la tecnología para realizar la compra-venta de acciones.

La presión se incrementó el mes pasado, cuando Nasdaq, el mercado estadounidense especializado en valores tecnológicos y de compañías centradas en Internet, anunció el lanzamiento de su propio mercado europeo en los próximos 18 meses.

Recuperación del euro

La moneda única europea se anotó una importante recuperación en los mercados de divisas, fijando un cambio oficial de 1,0182 dólares. A primeras horas de la mañana el euro cotizaba a 1,0020 dólares, pero a lo largo de la sesión fue cobrando fuerza hasta llegar a un cambio de 1,0260 dólares.

Esta recuperación parece responder, sobre todo, a una realización de beneficios sobre el dólar por parte de los inversores del mercado de divisas. Al final de la jornada el euro cotizaba a 1,0210 dólares.

La cotización con el yen se situaba en 104,62 unidades por euro, según el cambio oficial del BCE, pero al cierre de la sesión era de 105,43 yenes.

La dinámica de este impulso del euro obedece, en primer lugar, al cierre de posiciones cortas, aunque es aún demasiado pronto para predecir si estos movimientos se convertirán en una sólida tendencia.

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