SEGOVIA DE CINE

Clemente de Pablos, un profesor de Historia del Arte y periodista, revela en una reciente publicación que Segovia ha sido escenario de 429 rodajes desde 1898. Un siglo por el que han pasado las caras más conocidas de la pantalla extranjera y española, como Sofía Loren, que se alojó en un hotel donde hubo que derribar varios muros para hacer una habitación a su gusto, hoy convertida en suite. Entonces a las órdenes de Stanley Kramer, compartió reparto en Orgullo y pasión con Frank Sinatra y Cary Grant, quien, en los descansos, regateaba el precio de las verduras con los hortelanos de un mercado de esta ciudad, convertida en la Hollywood castellana. Samuel Bronston se arruinó rodando La caída del Imperio Romano, debido a la grandiosidad de los decorados y al número de actores. Orson Welles rodó Mr. Arkadin, mientras que a George Scott, protagonista de Patton, de Franklin Schaffer, le apodaron el ángel porque, en 1970, dejaba propinas de 5.000 y 10.000 pesetas. Y Henry Fonda se dedicó a pintar los paisajes del decorado natural de La batalla de Las Ardenas a los pies del Guadarrama. Desde La aldea maldita, de Florián Rey, la película española más interesante del cine mudo, las tierras segovianas fueron escogidas por realizadores nacionales de la talla de Carlos Saura, Víctor Erice, José Luis Borau, Manuel Gutiérrez Aragón, José Luis García Sánchez, Pedro Olea, José Luis Cuerda o Jaime Chávarri. En escenarios muy próximos, pero con una sensible diferencia de tiempo, han pasado al celuloide cortos sobre los veranos en La Granja de los reyes de España, en 1912, o cacerías en Riofrío, de 1906, a las películas Volavérunt, de Bigas Luna, y Goya, de Saura, rodadas este año.- ,