Ernie Els deja a Sergio García a 11 golpes
Sergio García no jugó ni bien ni muy mal, más bien normal. Y, sin embargo, con una tarjeta así, ni buena ni mala, de 70 golpes (-2), perdió todas las posibilidades de añadir hoy a su palmarés un torneo más y a su cuenta corriente un millón de dólares. El Niño se levantó ayer a cinco golpes del líder y se acostó a 11. El líder sigue siendo el mismo, el gigante rubio surafricano Ernie Els, autor ayer de una extraordinaria ronda de golf en el campo de Gary Player, en Sun City (Suráfrica). Sus 64 golpes (-8) le permitieron igualar el récord del campo, encarrilar un resultado final muy cercano a los -24 de Nick Price hace seis años (Els va por -19) y al mismo tiempo poner tierra por medio en la cabeza. Como segundo clasificado se mantiene el escocés Colin Montgomerie, pero ya está a seis golpes.La victoria parece segura por primera vez para Els en su octava participación en un torneo que se le resistía. El surafricano, doble ganador del Open de Estados Unidos, comenzó haciendo birdie en tres de los cuatro primeros hoyos, y aunque hizo en el séptimo su primer bogey del torneo y repetir en el octavo, tiró adelante con un eagle de valentía en el noveno (atacó el green, situado en una isla, con un hierro 2 en su segundo golpe, en vez de quedarse en la orilla, como la mayoría de sus rivales). Montgomerie, que estaba dando lo mejor de sí mismo simplemente para no perder comba con el surafricano, tuvo que rendirse finalmente a la evidencia cuando Els encadenó cinco birdies en seis hoyos de los últimos nueve.
Lo mejor que había conseguido Els hasta ahora en el Torneo del Millón de Dólares, un campeonato al que acude por invitación una docena de los mejores jugadores del mundo, era un segundo lugar alcanzado al perder el desempate en 1996 precisamente ante Montgomerie.
El norirlandés Darren Clarke también acabó el día con 64 golpes, y sin bogeys, pero ese espactacular resultado sólo le vale para colocarse tercero a ocho golpes de un inabordable Els, favorecido, además, por una lluvia que ha quitado maldad al temido rough del larguísimo y estrecho campo de Gary Player, que ofrece ventaja a los jugadores de potencia.
Para Olazábal, que sigue undécimo y penúltimo, el día volvió a ser negro (de nuevo un triple bogey en el 14º, como la víspera, ensució su tarjeta), y Jiménez continúa último pese a hacer su mejor recorrido: 69 golpes (-3).
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