IU del País Vasco se enfrenta a Anguita al no querer salir ya de Lizarra

El debate en Izquierda Unida por su posible salida del Pacto de Lizarra se recrudeció ayer con un enfrentamiento abierto entre la dirección, encabezada por Anguita, y Ezker Batua, la federación del País Vasco. Mientras el líder de IU aseguraba que desde las doce de la noche de ayer la coalición ya no estaba en Lizarra, Javier Madrazo, coordinador en el País Vasco, lo negaba y decía que eso ocurrirá si hay un atentado y HB se niega a condenarlo. Además, exigía que esa decisión la tome la presidencia de IU.

La clave de este claro enfrentamiento en un tema trascendental para IU está en una cuestión de tiempos. La dirección de la coalición quiere escenificar cuanto antes su salida de Lizarra para evitar que, ante el primer atentado de ETA, que muchos temen como muy probable, los costes que IU ha sufrido por estar dentro de ese pacto sean aún mayores y se tornen insoportables.Pero en el País Vasco, IU-Ezker Batua, y especialmente su líder, Javier Madrazo, quieren esperar aún un tiempo y apostar por un posible cambio de rumbo de ETA en los próximos días. Argumentan para ello que, si llegara esa marcha atrás de la banda, ya no tendría ningún sentido la postura de IU fuera de Lizarra. Por eso prefieren esperar a la reacción de HB ante un posible atentado. Si no lo condenase, asegura Madrazo, se habría roto el principio según el cual todas la fuerzas representadas en Lizarra defendían vías democráticas para alcanzar sus objetivos políticos.

La dirección federal, en cambio, no quiere correr el riesgo de esperar a ver qué pasa, porque entiende que un atentado salpicaría inevitablemente a IU. Por eso varios dirigentes han presionado en los últimos días a Anguita para que se muestre inflexible con Madrazo. Hasta ahora el líder de IU había protegido la decisión de mantenerse en Lizarra, pese a las fuertes críticas que eso provocaba en la propia formación. Y lo apoyó incluso a pesar de los desastrosos resultados que obtuvo Ezker Batua en las pasadas elecciones autonómicas, donde bajó de seis a dos diputados.

Disputa jerárquica

Hasta aquí el debate estratégico. Pero ayer se pasó a una cuestión casi jerárquica para ver quién y cuándo debía tomar la decisión de abandonar el pacto. La coordinación colegiada, órgano de dirección sin potestad ejecutiva, emitió el jueves un comunicado en el que se decía que IU se consideraba fuera de Lizarra si a las 00.00 horas de la noche del viernes al sábado ETA no había dado marcha atrás en su decisión de romper la tregua. Durante esa reunión, Anguita llamó a Madrazo para informarle de lo que allí se estaba decidiendo. El coordinador en el País Vasco le respondió que no podía comprometerse a tanto porque las presiones dentro de su federación para permancer en Lizarra eran muy fuertes. Aun así, Anguita y otros dirigentes de Izquierda Unida consideran que esta fuerza está desde ayer por la noche fuera de Lizarra.

Madrazo, además de reivindicar la autonomía de su federación para tomar esa decisión, alega que la coordinación colegiada no tiene potestad para imponer nada. Es la Presidencia, el máximo órgano, la que debe ratificarla, y no se reunirá hasta el día 13, a causa del puente festivo que comienza hoy.

El recurso a esta disputa jerárquica es interpretado desde la dirección como una manera de ganar tiempo por parte de Madrazo. Sobre todo con el fin de consensuar una postura común dentro de la propia federación sobre este asunto.

Pero la mayoría de IU, representada por la dirección, no acepta que este problema no quede resuelto por culpa de disputas internas dentro de la federación en el País Vasco. Sobre todo porque consideran que una decisión tan clave como ésta no se reduce al ámbito local de la formación en esa comunidad, sino que condiciona la imagen y la estrategia política de la organización a nivel nacional. Por eso ayer varios dirigentes se empeñaban en recalcar que la decisión política de salirse del Pacto de Lizarra era efectiva desde anoche, aunque Madrazo se resista a ejecutar esa decisión.