El fin de la tregua

Triste noticia la del fin de la tregua que, sinceramente creo no alegra a nadie, ni siquiera a los que en caso de volver a los atentados se nieguen a condenarlos justificando la condena como un debate estéril. Debate que probablemente divida de nuevo a las fuerzas abertzales e imposibilite una acción conjunta en política. Una trayectoria política que ha conseguido en 14 meses unir en Gobierno vasco, diputaciones y ayuntamientos a tres partidos que nunca habían colaborado en ese ámbito, con el único objetivo de impulsar el proceso de la construcción nacional basándose en la acción política y en el respeto de la decisión de la sociedad vasca en el conflicto.Desde aquí pido a PNV y EA que continúen en el camino que tomaron en septiembre de 1998 con la firma del acuerdo de Lizarra-Garazi, y que no caigan en el juego que propone Madrid de dividir a los vascos en demócratas contra violentos.

Pido a EH que mantenga la apuesta política que permitió que las tres fuerzas nacionalistas (pese a quien pese, mayoría política en este país) colaboraran en todas las instituciones, defendieran el acercamiento de los presos, crearan Udalbiltza... No deben olvidar que la subida en los resultados electorales obtenidos es fruto de esa apuesta política, por lo que deberían desmarcarse de ETA y seguir por ese camino, sin depender de las acciones de otros.

En cuanto a los partidos inmovilistas, dar la enhorabuena a PP y PSOE por conseguir lo que tanto deseaban. A partir de ahora se sentirán más tranquilos, vuelven a la situación de la que nunca hubieran querido moverse. Ya no se hablará del conflicto político a solucionar, se dedicarán a decir que ellos son demócratas, que han hecho todo lo que han podido y que en democracia y con la palabra todo es defendible. Con este último argumento no creo que engañen a nadie, porque ha quedado bien claro que el marco del Estatuto (incompleto, por cierto) y la Constitución Española (rechazada en Euskal Herria) es insuperable en opinión de los partidos nacionalistas españoles. No digáis ahora que la tregua fue un logro vuestro para parar los pies a ETA durante 14 meses, cuando todo lo que se ha hecho en estos meses ha sido gracias a la valentía política de las fuerzas abertzales. Gracias por haber hecho todo lo que en vuestras manos estaba para pudrir este proceso de paz, no lo olvidaremos jamás.

Por último, pedir a ETA que no cumpla su comunicado y deje a Lizarra-Garazi y a los partidos abertzales hacer política para comenzar con la construcción nacional, ya que es a éstos a los que corresponde esta labor. . .