Manifestaciones en toda España para que ETA no vuelva a matar

Decenas de ciudades de toda la geografía española fueron escenario ayer de manifestaciones de protesta por la amenaza de ETA de romper la tregua iniciada hace 14 meses. En Zamora, unas 300 personas se concentraron en la plaza Mayor. Entre ellas, el obispo Juan María Uriarte, quien ha actuado como mediador entre el Gobierno y la organización terrorista. Tras expresar su preocupación por el anuncio de ETA, le pidió "ardientemente" que "rectifique".En la Puerta del Sol de Madrid, miles de personas volvieron a corear los lemas "¡Basta Ya!" y "¡Vascos Sí, ETA No!" que se popularizaron durante las movilizaciones de repulsa por el secuestro y asesinato del concejal Miguel Ángel Blanco, en 1997. También miles de personas se concentraron en silencio en la plaza del Buen Pastor de San Sebastián, convocadas por los grupos pacifistas Denon Artean y Movimiento contra la Intolerancia

En Sevilla, Córdoba, Valencia, Zaragoza, Huesca, Valladolid, Burgos, Palencia, Alicante, Salamanca, Santander, Badajoz, Vigo, Pontevedra, Logroño, Murcia, Gijón y en otras muchas localidades también hubo concentraciones.

El periodista Lorenzo Milá, que presenta el telediario de La 2, le puso voz, en Madrid, a un manifiesto firmado por 17 organizaciones, entre las que se encontraban los principales partidos políticos, sindicatos, asociaciones de mujeres, vecinos, el Consejo de la Juventud de España, Los Amigos de la Tierra y la Federación de los Derechos Humanos.

"Laberinto absurdo"

El comunicado exigía a ETA "que abandone unilateralmente la violencia e inicie un auténtico proceso que conduzca a la paz". Refiriéndose al anuncio de ruptura de la tregua, Milá leyó: "El día 28 de noviembre, los y las jóvenes y el conjunto de la ciudadanía nos hemos sentido dolidos y nuestra esperanza ha sufrido un duro golpe frente a aquellos que creen que las armas son un camino legítimo. Pero ningún arma está cargada de futuro. Sólo traen consigo sufrimiento y muerte". Y añadió: "Vuestra apuesta por la violencia convierte nuestro mundo en un laberinto absurdo. Ya hemos sufrido demasiado, queremos vivir en paz".

La lectura de Milá emocionó a María Eugenia, de 22 años, miembro de la Asociación Víctimas del Terrorismo. Su padre era un artificiero del Cuerpo Nacional de Policía que murió hace 10 años en Zorroza (Vizcaya) tratando de desactivar un coche bomba. "He sufrido en mi familia el azote terrorista y ya es hora de que ETA escuche a sus víctimas. El primer día después de una muerte por atentado se te acercan todos los políticos para darte el pésame, pero lo peor lo pasas durante el resto de vida", dijo.

Julio Anguita, Cándido Méndez, José María Álvarez del Manzano y Alberto Ruiz-Gallardón, entre otros, acudieron a la manifestación.