EH marca distancias con los demás partidos en las concentraciones de Pamplona por la paz
La convocatoria hecha por el lehendakari, Juan José Ibarrtexe, para realizar concentraciones de cinco minutos en favor de la paz tuvo ayer su primera respuesta efectiva en Navarra, donde representantes de todas las fuerzas políticas se reunieron ante el Parlamento foral y el Ayuntamiento de Pamplona. Aunque el respaldo fue unánime, cada uno de los partidos justificó de forma diferente sus razones para estar allí. En Pamplona, los parlamentarios y concejales de Euskal Herritarrok hicieron acto de presencia, pero permanecieron separados del resto de los partidos y con pancartas diferenciadas.
Las concentraciones, de cinco minutos de duración, se desarrollaron bajo una fuerte vigilancia policial y sin incidente alguno. Encabezados por el presidente de Navarra, Miguel Sanz, de Unión del Pueblo Navarro, y el del Parlamento foral, el socialista José Luis Castejón, miembros de los partidos con representación en el legislativo (UPN, PSN-PSOE, EH, IU-EB, Convergencia de Demócratas de Navarra, y EA-PNV) hicieron un receso en la sesión plenaria que celebraban y salieron a la calle para expresar su rechazo a la ruptura de la tregua anunciada por la organización terrorista ETA.Los siete parlamentarios de EH presentes en la sesión (faltaba Milagros Rubio, de Batzarre, que se encuentra enferma) se unieron al acto. No obstante matizaron el sentido de su presencia mediante la exhibición de pancartas con los lemas Bakea behar dugu. Prozesu demokratizoaren alde (Necesitamos la paz. Por un proceso democrático), en el caso del Parlamento, y Bakea eraikitzen. Euskal Herria du hitza eta erabakia (Construyendo la paz. El pueblo vasco tiene la palabra) en el caso del Ayuntamiento. Otras personas se les unieron con dos carteles en apoyo de los presos etarras.
Pernando Barrena señaló que EH asistía al acto para exigir "una paz con contenidos" y añadió: "No nos estamos jugando el retorno o no a la actividad armada, sino la consolidación de un proceso democrático definitivo, del que depende el futuro de este país". Barrena reiteró que la izquierda abertzale "también está preocupada por la situación" y denunció el "bloqueo que sufre el proceso democrático".
Por su parte, el presidente del Parlamento foral, destacó el efecto positivo de la presencia de todos los miembros de la institución en el acto. En él se se quiso poner de manifiesto que sólo con ausencia de violencia avanzan los procesos de paz, "independientemente de que en ellos haya planteamientos que sean utópicos, porque la utopía", continuó Castejón, ex alcalde de la ciudad de Estella, "también tiene cabida en las discusiones".
A escasa distancia de este punto, y acompañados por un centenar de ciudadanos y algunos trabajadores municipales que se unieron espontáneamente al acto, la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina (UPN) presidió otra concentración de representantes políticos para rechazar la violencia de ETA. En ella participaron todos los miembros del consistorio pamplonés, incluidos, a pocos metros, los concejales de EH con su portavoz, Patxi Zabaleta, a la cabeza. Barcina abogó por una "convivencia pacífica y en libertad" y aseguró que "en una sociedad moderna y civilizada la única forma legítima de dirimir las diferencias en su seno es el debate y el diálogo". Zabaleta, por su parte, aseguró que la preocupación por conseguir la paz "es común" a todos los partidos. El escritor y letrado independentista, que ha expresado insistentemente en los últimos años su discrepancia personal con la violencia terrorista, añadió: "Es bueno que estemos todos en la misma plaza. Queremos que la paz tenga un contenido de profundización democrática".
Los ciudadanos observaron con cierta perplejidad las concentraciones unitarias de unos partidos que manifestaban buscar una mismo objetivo, la paz, pero utilizaban conceptos antagónicos para alcanzarla.
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