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Bruselas pide que las compañías aéreas indemnicen a los usuarios por los retrasos

Xavier Vidal-Folch

La Comisión Europea instó ayer a los Quince a que tomen "medidas de choque" para evitar que el caos del tráfico aéreo se reproduzca el próximo verano. Uno de cada tres vuelos registró retrasos en la Unión Europea (UE) en 1999, lo que supuso un coste de 5.000 millones de euros, en torno a un billón de pesetas. La comisaria, Loyola de Palacio, propugnó la gestión única del espacio aéreo europeo y se mostró partidaria de que las compañías indemnicen a los usuarios por los retrasos excesivos.De Palacio fue mucho más gráfica en el diagnóstico que en la terapia. Calificó de "lamentable, por no decir catastrófica" la saturación del tráfico aéreo en Europa. Recordó que los retrasos medios del pasado junio alcanzaron 32 minutos. Y culpó de ello al aumento del tráfico: los vuelos se incrementaron en un 6,3%, lo que repercutió en un aumento de los retrasos del 23,4%. La UE registra 26.000 movimientos diarios, contra los 48.500 de EEUU, cuyo espacio está sin embargo menos colapsado.

Al incremento del tráfico se le suma la descoordinación, sobre todo en la adjudicación de los pasillos aéreos, limitados por su uso militar. De los Quince, sólo Alemania y Finlandia aplican una gestión conjunta civil/militar de su espacio; los demás sólo coordinan mal que bien ambas actividades. Resultado, el desastre de todos los veranos, hasta hace poco limitado al mes de agosto y que ahora se propaga durante tres meses.

Solución propugnada, un "cielo único" con una gestión integrada de la red de pasillos y del tráfico a cargo del organismo técnico Eurocontrol. Es una idea antigua, pero nadie le ha puesto aún cascabel. Para ello se necesita que los Gobiernos se empeñen en este mercado único, como se comprometieron en la unidad monetaria.

El mecanismo ideado para lograrlo es un clásico Grupo de Alto Nivel de expertos -con representación de los Gobiernos-, recurso de lentitud similar al que experimentan las comisiones interministeriales en España. Pero se fija, al menos, un calendario: en seis meses debe ofrecer recetas. Mientras se realiza esa profunda reforma, De Palacio propugnó tres "medidas de choque". Instó a los Gobiernos a flexibilizar el uso civil/militar de los pasillos y a mejorar el control aéreo, y pidió a las compañías y aeropuertos que "programen con realismo" sus vuelos. Una carta a los Reyes Magos que sazonó de amenazas eventuales, como la futura exigencia a las compañías de compensaciones económicas importantes para los usuarios en caso de retrasos excesivos o pérdidas de maleta

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