Ranieri conquista la paciencia de Gil
Ningún entrenador ha sobrevivido en el Atlético con un índice de resultados tan bajo
Claudio Ranieri es afortunado. Nunca, en los 12 años que lleva al mando del Atlético, Jesús Gil tuvo tanta paciencia con un entrenador. En su lista de 23 técnicos diferentes utilizados -algunos en más de una ocasión-, el propietario del club jamás soportó un índice de resultados tan bajo como el de Ranieri, que con siete derrotas en 13 partidos de Liga, han llevado al equipo a un punto de los puestos de descenso. En la era Gil, ningún entrenador había perdido tantas veces antes de llegar a la mitad del campeonato.Sólo nueve de los 23 entrenadores que han dirigido al Atlético durante la era Gil han sobrepasado las seis derrotas en una temporada. De esos nueve, Claudio Ranieri es el primero que lo hace sin alcanzar el ecuador de la Liga. A seis jornadas de la mitad del torneo, suma siete partidos perdidos.
El Atlético comenzó peor que en ninguna campaña con Gil. Enlazó tres derrotas en las tres primeras jornadas. Perdió contra el Rayo, Real Sociedad y Celta.
En 13 partidos la crisis no ha sido superada, pero Jesús Gil, contra su costumbre, permanece impasible. Siete derrotas lleva el Atlético; las mismas que sumó en toda la temporada 95-96, al conseguir el doblete con Antic. El serbio no tuvo tanta suerte en sus otras dos campañas, con 11 y 10 partidos perdidos respectivamente. Gil lo respaldó en el cargo porque le debía el mayor fruto de su gestión. Y porque nunca llegó a sumar tres derrotas sucesivas.
Luis Aragonés sobrevió a nueve derrotas en los 38 partidos de la Liga 1991-92, pero tampoco salió derrotado tres veces seguidas. En la temporada siguiente, Aragonés duró 20 partidos. En cuanto perdió tres seguidos fue despedido.
Gil demostró menos paciencia en los demás casos. Su primera víctima, César Luis Menotti, cayó en la Liga 87-88 cuando el equipo sumaba siete derrotas en 29 partidos y su efectividad le había permitido atrapar el 63,7% de los puntos en disputa. Atkinson también perdió el puesto tras siete derrotas en 27 partidos. Clemente fue despedido con 6 partidos perdidos de 31. Ivic con ocho de 37. Pastoriza perdió un solo encuentro de los cinco que dirigió. Sacchi sumó ocho derrotas en 22 partidos; y en la jornada 13ª sólo había cosechado cuatro.
¿Dónde está el límite de la paciencia de Gil? Desde luego mucho más lejos que en el pasado. Su voracidad con los entrenadores nunca le había generado resultados y parecía haber aprendido la lección. Pero la temporada pasada recuperó el hábito: Sacchi se fue tras enlazar las primeras derrotas consecutivas de la temporada 98-99. Entre el 30 de enero y el 12 de febrero, el Atlético perdió tres partidos consecutivos y Gil se dejó llevar por la solicitud masiva del público. El Atlético, que por entonces se hallaba tercero, no se levantó tras la marcha del italiano. No superó más la mitad de la tabla.
Hoy, con Ranieri en el banquillo, está a un punto de los puestos de descenso directo y su aspecto es de un conjunto lastrado. Una nueva derrota el domingo ante el Málaga sería la tercera consecutiva, sin duda, una serie casi siempre fatal en la casa.
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