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Pujol impone el silencio sobre su sucesión durante tres años

Los dirigentes de Convergència i Unió y el propio Jordi Pujol se esforzaron ayer en desvincular la composición del nuevo Gobierno de la lucha por la sucesión del líder nacionalista. Con un rotundo "no me pregunten sobre este tema hasta dentro de tres años", el presidente de la Generalitat quiso cortar de raíz el debate. Los dos hombres fuertes del Ejecutivo, el convergente Artur Mas y el democristiano Josep Antoni Duran Lleida, adoptaron tal actitud tras el acto de toma de posesión del Gabinete, que ayer celebró su primer consejo.

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La creación de dos supercarteras para equilibrar el poder entre Unió y Convergència en el seno del Ejecutivo ha sido interpretada en la coalición como la voluntad de Pujol de dar el pistoletazo de salida a su sucesión. Pero consciente de que este debate puede diluir la propia política nacionalista y los objetivos que se ha marcado el nuevo Gabinete (incrementar el poder político y fiscal de la Generalitat), ayer el presidente quiso cortar por lo sano el debate. "Sobre este tema no me pregunten nada más hasta dentro de tres años, porque estoy aquí para ver si sacamos el país adelante, no para hablar machaconamente de este tema. Recuérdenlo para posteriores ocasiones", manifestó tajante a los periodistas en rueda de prensa. Asimismo calificó de "insustanciales" las críticas de la oposición por configurar un Gobierno en clave interna de CiU.El Ejecutivo obedece, según Pujol, a las dos principales reivindicaciones que se ha marcado CiU durante la presente legislatura, es decir, conseguir una mejora sustancial del sistema de financiación y elevar el techo competencial de la Generalitat. "Y es un Gobierno con una estructura fuerte en su totalidad" con la finalidad de conseguir estos retos, afirmó el presidente. No obstante, CiU no los planteará al Gobierno central hasta después de las elecciones generales de la próxima primavera.

Pujol anunció también la creación, dentro de unos meses, de un nuevo departamento de investigación, universidades y nuevas tecnologías al frente del cual estará Andreu Mas Colell, actual comisionado para Universidades. El presidente no despejó la duda sobre si situará a un consejero en Presidencia cuando el actual, Xavier Trias, abandone el cargo para concurrir como cabeza de lista de CiU a las legislativas, o el departamento será una secretaría general.

Por la mañana tomaron posesión de sus cargos los 14 consejeros. Consciente de las heridas personales y políticas que ha provocado con su amplia reestructuración del Gobierno, Pujol tuvo ayer unas palabras de consuelo para los consejeros cesantes, a quienes, además de agradecer su "servicio a Cataluña", recordó el alto nivel de valoración que el Ejecutivo merece en todas las encuestas. Por este motivo, el presidente manifestó que podría resultar paradójica e ilógica, tras estos sondeos, cualquier sustitución en la titularidad de los departamentos: "Puede parecer ilógico que se hagan cambios y con seguridad puede ser injusto, pero hace falta introducir determinados cambios, sin que en nada prefiguren una falta de eficacia".

Duran y Mas coincidieron ayer con Pujol en negar que su presencia en el Gobierno y el equilibrado reparto de competencias de cada departamento se hayan hecho en clave sucesoria.

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