_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La excusa se acaba

El Barcelona duerme tranquilo su crisis. Son ya seis partidos los que acumula sin ganar, cuatro los que ha perdido de forma consecutiva en la Liga -tres de ellos fuera de casa-, pero cada semana encuentra una coartada a la que agarrarse para mantenerse feliz. Los incombustibles actos de celebración de su centenario -los festejos comenzaron el 28 de noviembre y concluyeron oficialmente ayer con la inauguración de una exposición que todavía se mantendrá hasta el mes de junio- no autorizan a los azulgrana a detenerse en unos cuantos malos resultados, en esa distancia de siete puntos que ya les separa de la cabeza de la clasificación. Además, el Madrid se retuerce todavía más abajo, junto a las posiciones de descenso, y ésa es la verdadera referencia anímica del club catalán. Por si fuera poco hay una explicación cronológica, la dichosa maldición que se cierne sobre el Barça cada mes de noviembre, que le legitima a seguir los acontecimientos con las manos en los bolsillos. Como sucede cada temporada, sospechan de nuevo los barcelonistas, ya llegará la serie interminable de victorias que les conceda otra vez con holgura el título. Asunto resuelto.La versión científica sostiene que en esta ocasión el bajón no obedece a la curva del nivel físico del equipo preparado por el cuerpo técnico, que este año todos los planes se basaron en mantener al conjunto muy fuerte de salida para evitar que se cayese de Europa a las primeras de cambio, pero el Barça sigue confiando en una simple cuestión de fechas.

Más información
Poschner se rompió la pierna

Tal vez por eso Van Gaal, pese a enseñar lo peor de sí mismo, conserva licencia para todo. Nadie le busca las vueltas a esa tendencia del equipo a recibir un mínimo de dos goles ante cualquiera, a la obsesión del técnico por mantener a unos cuantos futbolistas en fase de jubilación anticipada, por quitarle minutos a Guardiola, por insinuarse como un entrenador que sólo se desenvuelve con el viento a favor. En los malos momentos, Van Gaal se queda sin respuestas. Y justifica la crisis del equipo -al menos ya reconoce el término- en que sus futbolistas no saben jugar bajo presión -Figo, Rivaldo, Guardiola, Kluivert no han debido ganar nada-. Y explica la vuelta al banquillo de Arnau en que Hesp juega mejor con los pies -¿y cuando perdió la titularidad el portero holandés?-. Y se enfrenta a gritos con la prensa cuando ésta hace un amago de preguntarle por lo que funciona mal.

Hoy se acaba noviembre y con casi toda seguridad la crisis del Barça habrá concluido. Pero tal vez no. Quizás el Barcelona siga metido en problemas la próxima semana. O quizás ya sea demasiado tarde para reaccionar. No en su duelo personal con el Madrid, ya que al conjunto blanco le va a costar mucho más salir de su laberinto actual. Sino en su batalla por el título. Por ahí, el Deportivo y el Celta no dan la sensación de ir de broma. Mantienen una ventaja sustancial y han cogido un ritmo difícil de parar. Antes sólo eran conjuntos modestos, no pasaban de ahí, pero llevan tiempo acostumbrándose a ganar.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_