LUIS ATIENZA ECONOMISTA "Lo que está pasando en Doñana es una revolución"

A Luis Atienza (Trespaderne, Burgos, 1957) las emociones fuertes le caen del cielo. Este economista fue ministro de Agricultura y Pesca en los tiempos épicos de la guerra del fletán. Y cuando la riada tóxica de Aznalcóllar inundó Doñana, él presidía una asociación cuyo fin era -y sigue siendo- promover el desarrollo sostenible en la zona: la Fundación Doñana 21. Atienza pasó por Málaga para participar en un seminario sobre gestión ambiental y compartir ideas con otros 60 técnicos.Pregunta. ¿Cómo va Doñana?

Respuesta. La situación es buena. El tejido socioeconómico de la comarca ha asumido que su destino está ligado a la conservación ambiental; los habitantes de la zona saben que Doñana, gestionada de forma sostenible, significa competitividad y trae más empleo y más renta. Antes creían que el parque era un obstáculo a sus expectativas de urbanizar el litoral, de transformar la marisma en regadío... Hoy los empresarios ven que Doñana es un nombre muy conocido en el mundo, que les ayudará a vender sus productos, pero que para ello tienen que cambiar su forma de trabajar.

P. ¿Y cómo se hace el cambio?

R. Implantando un sistema de gestión de calidad, mejorando permanentemente los indicadores de comportamiento ambiental; vamos, apostando por la calidad y por la naturaleza. Es muy positivo. En ninguna otra comarca de Europa se está dando un fenómeno tan masivo de implantación de sistemas de calidad ambiental. Aunque no se sepa, lo que está pasando en Doñana es una revolución. Hay resultados reales, palpables. Y el cambio de mentalidad nos permite asegurar el futuro.

P. ¿En qué se ven las mejoras?

R. En tres años, hemos pasado de cero a 15.000 hectáreas de agricultura integrada y 600 de agricultura ecológica. Los trasvases nos permiten reducir la explotación de los acuíferos. Estamos cambiando el modelo turístico, reduciendo la estacionalidad, mejorando la oferta, que es muy rica, frenando la proliferación de segundas residencias...

P. Habla usted de "agitación socioeconómica" como método.

R. Sí, es un modo de decir que hay que implicar a la población local en el desarrollo de su comarca. Ellos tienen que hacer su propio diagnóstico, elegir su estrategia y sus líneas de trabajo, desde dentro, aunque contando con la ayuda de los expertos. Se podrán equivocar, pero un error desde el mismo territorio es mucho menos grave que desde una oficina de la administración. Se tarda menos en percibir el error y corregirlo. Y ellos saben cuáles son sus prioridades, dónde hacen falta inversiones... A veces sólo que hay que ponerlos en contacto con sus convecinos y competidores para que surjan ideas excelentes, para que encuentren la manera de potenciarse los unos a los otros.