NatWest descarta una fusión amistosa con el Royal Bank
El Royal Bank of Scotland, con el Banco Santander Hispano Central como principal accionista, prepara una oferta pública de adquisión (OPA) hostil del NatWest, que podría lanzar en los próximos días. La ofensiva por el control de la tercera entidad comercial británica, que se defiende a su vez de una OPA hostil iniciada por su rival al norte de la frontera inglesa, el Bank of Scotland, tendría lugar tras el rechazo, el sábado, de su propuesta amistosa de fusión de ambas operaciones. Ayer, Sir David Rowland, presidente del Nat West, confirmó la aproximación del Royal así como el rechazo de la junta directiva a una oferta cuyo valor no difundió. "No justifica nuestra recomendación y por tanto la rechazamos", dijo en una conferencia de prensa. De acuerdo con los medios británicos, el Royal ofreció la tarde del viernes un intercambio de acciones más un monto en metálico que valora al Nat West en torno a los 26.700 millones de libras (cerca de siete billones de pesetas). Los accionistas de esta entidad recibirían una acción del Royal más 275 peniques en metálico.
La propuesta del Royal e, indirectamente, del BSCH, que controla el 9,3% de su capital, debe superar los 25.500 millones de libras (6,6 billones) que ofreció el Bank of Scotland en su oferta del viernes. "Sigue infravalorando al NatWest y no resuelve la cuestión de riesgos", señaló Rowland respecto a una oferta que supera en unos 2.000 millones de libras el valor de la OPA inicial de octubre.
La víctima de la ofensiva duplica en bolsa el valor de ambas entidades escocesas. Con 186.000 millones de libras en activos en 1998 -frente a 134.000 millones en activos combinados del Royal y del Banco de Escocia- y beneficios antes de impuestos por encima de los 2.000 millones de libras, el NatWest sufre, sin embargo, un problema de confianza. Presionado a actuar para mantener su independencia, Rowland promete el retorno a los accionistas de unos 1.000 millones de libras tras la venta de subsidiarias. Además, el domingo, anunció nuevos recortes de plantilla, unos 10.000 del total de 64.000 empleados, y el cierre de sucursales.
