Un campus sin obstáculos
La Carlos III incorpora máquinas en braille, audífonos y página en Internet para sus alumnos discapacitados
La Universidad Carlos III de Madrid aspira a convertirse en un paraíso para los estudiantes discapacitados. Los responsables de los campus de Leganés, Getafe y Colmenarejo han acondicionado las instalaciones y los planes de estudios para que los alumnos con ceguera, sordera, falta de movilidad en las extremidades o enfermedades como la hemofilia o el sida "puedan estudiar una carrera sin tener que superar un camino de obstáculos paralelo".El nuevo plan persevera en la eliminación de barreras arquitectónicas. "Habíamos puesto unas puertas óptimas para los estudiantes en sillas de ruedas porque abrían hacia dentro y hacia fuera, pero resultaban nefastas para los invidentes", explicó el vicerrector de alumnos de la Carlos III, Diego Marín-Barnuevo. Así que están sustituyendo esos accesos por unos cristales que abren al advertir la presencia de una persona. El vicerrector se percató a su llegada a la CarlosIII, hace dos años, de que ya se estaban haciendo cosas por los discapacitados. Así, los miembros de la asociación estudiantil Plataforma del Voluntariado Social recogían a diario a los minusválidos en sus casas y les ayudaban a moverse por el campus. Pero una reunión con los afectados destapó nuevas necesidades, que este curso han comenzado a cubrirse. Ahora los ciegos disponen de una máquina de escribir con el sistema braille adecuado para coger apuntes, los sordos tienen audífonos y cuadernos de papel autocopiativo y los discapacitados físicos pueden reservar un sitio especial en el aula y disfrutar de una plaza en el garaje si así lo solicitan.
Las mejoras han llegado incluso a la biblioteca, donde el préstamo se puede gestionar por teléfono y los empleados buscan los libros para evitar al minusválido el trastorno de moverse entre pasillos y estanterías. "También estamos diseñando una página web a la que puedan acceder los invidentes", dice Marín-Barnuevo. "Además esperamos firmar convenios de colaboración con empresas e instituciones para conseguir material y organizar cursos y conferencias", añade.
Mientras que la ventanilla única se encarga de ofrecer información sobre becas, subvenciones o bolsas de trabajo específicas para este tipo de alumnos, los responsables universitarios adaptan el programa académico a sus necesidades (cambio en las fechas de examen debido a largos tratamientos médicos, o mecanismos de control de los conocimientos sin necesidad de pasar por la tradicional prueba escrita) sin que eso suponga "regalar el aprobado a nadie". En la CarlosIII hay censados 29 discapacitados este curso. "Pero basta con dar una vuelta por los campus para observar que hay muchos más que no han reconocido su minusvalía ni han reclamado ninguna de las medidas a las que tienen derecho y que les ofrecemos", advierte el vicerrector de alumnos.
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