Mueren 40 personas en un nuevo choque entre las dos grandes etnias de Nigeria

La policía de Nigeria salió ayer a controlar las calles con la orden de disparar a todos los que provocaran disturbios, después de dos días de feroces enfrentamientos que han dejado al menos 40 muertos. El conflicto no es nuevo. Se trata de la vieja guerra entre las dos grandes etnias del país, los hausas y los yorubas, que tras el fin del régimen militar está reavivando hasta amenazar la débil democracia iniciada en mayo con la elección en las urnas del Olusegun Obasanjo. Dos grupos rivales de estas etnias, que se disputan el control de la distribución alimentaria en Lagos, se enzarzaron el jueves en una pelea con pistolas y machetes que acabó con 27 muertes en un mercado. En la mañana de ayer, la violencia se extendió a otros distritos. Los cadáveres cubrían algunas calles de Lagos, y la policía llegó a contar 40. Obasanjo (él mismo yoruba) atribuyó el origen de la violencia a la organización radical yoruba Congreso del Pueblo Odua, que pretende crear un estado independiente en el suroeste. Nigeria es el país más poblado de África y el sexto exportador de petróleo de la OPEP.