El presidente de la Asamblea francesa se presta a anunciar un periódico

El presidente de la Asamblea francesa y ex primer ministro, Laurent Fabius, ha prestado su imagen y su nombre a una campaña publicitaria desplegada por el diario económico Les Echos. Para escándalo de parte de la clase política y sorpresa general, la fotografía de Fabius ha viajado en los autobuses públicos de la capital francesa, junto al siguiente mensaje: "Cuando hago propuestas, yo necesito un análisis preciso de los hechos. Les Echos. No hay nada más seguro".El ex primer ministro es el único político que participa en una campaña que cuenta también con otras personalidades: desde el director general de Fiat al antiguo campeón deportivo Alain Prost, convertido ahora en capitán de empresas.

Vistas las reacciones, en general destempladas, el número tres en la jerarquía del Estado francés y patrón de una de las familias socialistas plegó velas ayer por la tarde, con un comunicado en el que anunció que interrumpía su colaboración publicitaria, veinticuatro horas después de haber pedido que se retirara del anuncio la referencia al cargo que ostenta.

"No era una buena idea; lástima, porque la foto estaba bien", comentó el propio Fabius. Según portavoces de la presidencia de la Asamblea, la participación de Fabius ha sido totalmente desinteresada y hay que interpretarla como una aportación personal, espontánea e intelectual a la prensa escrita en general.

Algunos de sus críticos, sin embargo, se preguntan, admitiendo que no ha habido compensación económica, si las razones que han llevado a Fabius a participar en la campaña publicitaria se explican por una inclinación política al exhibicionismo, por la disposición a estar en permanente campaña. "Es una desvalorización detestable de la política que transforma a los hombres políticos en anuncios", opina el diputado del partido gaullista, RPR, Patrick Devedjian. "Habría que acabar con este género de prácticas porque si los políticos comienzan a hacer anuncios, las cosas pueden ir mucho más lejos", comenta el comunista Patrick Braouezec. No todos optan por la descalificación: al diputado liberal François d´Aubert le resulta "divertido".