Cine o sardinas
El pasado viernes día 12 leí el artículo de opinión de don (yo sí le trato de usted) Guillermo Cabrera Infante titulado Leche de amnesia. Leo todo lo que escribe, con respeto y admiración, por literato y no por sus premios o por el tema recurrente de la mayor parte de sus textos. Quizá el exilio justifique cualquier grado de obsesión, bien sea desesperado o burgués su motor, su desplazamiento y su asentamiento nostálgico posterior. Aunque me suene raro, no soy quién para cuestionarle si lo que dice es la verdad repetida, si Fidel Castro simpatiza con el Ku-Klux-Klan o es cómplice y fiestea con Aznar y el rey de España, si el bloqueo y la Helms-Burton son un invento de la ONU y de la CE o si Hitler y Pinochet han sido moderados comparados con el jefe del Estado cubano.Modestamente sólo quiero opinar que es normal, señor Cabrera Infante, que Solchaga le hable de literatura y Rato elija el tema del cine para conversar con usted. A mí me encantaría. Pero todos conocemos con profundidad su discurso sobre y contra Castro y la revolución. Si su objetivo es la instrucción, lo tiene más que conseguido, pero el paso del tiempo demuestra que su granito de arena o la playa entera que insistentemente vuelca encima del sistema político cubano no ofrece resultados. Nunca pensé que en su artículo nos pondría en antecedentes sobre la Cumbre Iberoamericana o analizaría sus posibles consecuencias. Sabía que se repetiría sobre Castro como las sardinas. Yo, como Rato y como usted cuando era pequeño, hubiera preferido el cine.- .
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