La patronal vasca reclama a Aznar un impulso a la paz
El Círculo de Empresarios Vascos, que reúne a medio centenar de representantes de la élite empresarial de Euskadi, pidió al presidente del Gobierno, José María Aznar, durante el almuerzo celebrado anteayer en un club marítimo de Getxo (Vizcaya), un impulso al proceso de paz en Euskadi para lograr un marco político estable que haga viable la actividad económica, manifestó ayer a EL PAÍS uno de sus representantes. El presidente del Círculo, Alfonso Basagoiti, temía ayer que tanto las intervenciones de sus miembros ante Aznar como el comunicado que posteriormente publicó la patronal se interpretaran como una intromisión en la tarea del Gobierno.El comunicado, en línea con las intervenciones de los empresarios ante el jefe del Ejecutivo, reclamaba de éste "arrojo político" ante el proceso de paz, más diálogo entre los partidos y, especialmente, una coordinación entre el presidente del Gobierno y el lehendakari, Juan José Ibarretxe. Estas peticiones no significan una intervención en la actividad política del Gobierno, según Basagoiti, en alusión a que en el almuerzo no se entró para nada en un debate a favor o en contra del Pacto de Lizarra o que se precisara de qué modo debe actuar Aznar.
Basagoiti manifestó ayer que, dentro de los principios de confidencialidad del Círculo que salvaguardan el anonimato de los intervinientes y que impiden, por tanto, precisar las intervenciones de cada uno de sus miembros, la idea general que trasladaron al presidente del Gobierno fue que consolidar la pacificación en Euskadi es fundamental para lograr un marco político estable que haga viable la actividad empresarial.
Basagoiti dijo que los intervenientes manifestaron a Aznar que para conseguir ese marco político estable "los partidos deben dialogar y consensuar a costa de sacrificar posiciones personales o partidistas en aras del bien general". En ese contexto, pidieron a Aznar que coordinara el proceso de paz con el lehendakari, como principal autoridad del País Vasco.
Otra de las cuestiones que preocupa al empresariado vasco, además de la consolidación definitiva de la tregua indefinida de ETA, es la superación del clima de división social existente en Euskadi, según se reflejó en la reunión. Una división social que viene determinada por la existencia de dos bloques enfrentados: el del Pacto de Estella -que abarca a todos los partidos nacionalistas e IU- y el de los partidos no nacionalistas. En ese contexto, los intervinientes insistieron en pedir a Aznar más diálogo entre los partidos políticos para superar ese clima. Fuentes asistentes a la reunión precisaron que en ningún momento se concretó cuál debía ser la fórmula de ese diálogo, soslayando las propuestas distintas sobre las mesas de pacificación.
