Acción mutante

22.50 / Fantástica / La 2España, 1993 (88 minutos). Director: Álex de la Iglesia. Intérpretes: Antonio Resines, Fréderique Feder, Álex Angulo, Enrique San Francisco.Lejos de Álex de la Iglesia la tentación del buen gusto. El debú en la dirección del responsable de El día de la bestia, Perdita Durango y Muertos de risa se alimenta de las sobras que deja en el plato la cultura del dedillo (ése que sirve para señalar los finos apetitos cinéfilos). La idea es llevar a la pantalla (en amplio y virtuoso scope) una suerte de consciente, desinhibido y bien gamberro spaghetti-science-fiction. Un grupo de tullidos activistas reivindica para sí y para el ancho mundo un futuro igualitario: todos calvos o algo peor. A un lado evidentes parodias a vueltas con revoluciones étnico-imposibles y con realidades supervitaminadas de europeísmo, stock-options y solidaridades de mesa camilla (todo en uno), el director acierta a convertir un simpático ejercicio de estilo en un pim-pam-pum en el que cristiano que asoma la cabeza, cristiano que es decapitado. Para ello, no hay más arma que el irreverente reciclaje. Desde la televisión al cómic pasando por Berlanga, Scott o la productora Troma, todo es debidamente triturado, masticado y, finalmente, expelido. El objetivo: la cara de fotomatón de cualquier espectador desprevenido. Eso sí, no todo cumple con las premisas. La munición empleada alterna el tartazo, la sal (bien gorda a veces) y el perdigonazo certero. En cualquier caso, la cinta luce el privilegio de las propuestas arriesgadas con la suficiente fuerza visual para crear escuela: un anuncio de coches ahora en emisión plagia a Acción mutante con la misma ausencia de prejuicios con que La mujer más fea del mundo (película de Miguel Bardem localizable en la cartelera) bebe de idénticas y alucinógenas fuentes.