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Ranchal niega voz y voto a varias APA que plantean su relevo en la Federación de Alicante

La lucha por el control de la Federación de Padres de Alumnos (FAPA) de Alicante se escenificó ayer, día electoral para la renovación de la junta directiva, con ingredientes más propios de una reyerta que de una asamblea. La policía intervino para apaciguar ánimos entre los representantes de las asociaciones de padres, divididos en dos facciones: los partidarios de la renovación de la actual dirección, encabezada por José Antonio Ranchal, y los detractores de éste, quienes propugnan como cabeza de la FAPA a la ilicitana Rosa González. La asamblea no llegó a celebrarse.

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Una crónica de sucesos. Con ese estilo podría relatarse lo que ocurrió ayer en las instalaciones del colegio Monte Tossal de Alicante, donde estaban convocadas las asociaciones de padres de alumnos de la provincia de Alicante para votar una nueva junta directiva de la federación de APA.Miembros de la candidatura oficial de Ranchal negaron la entrada en la sala a un buen puñado de representantes de asociaciones que, curiosamente, respaldan a la lista alternativa de Blanca González. Les impidieron el paso alegando que no estaban suficientemente acreditados para depositar el voto. Los guardas jurados que custodiaban la entrada del recinto no pudieron contener la presión ejercida por el grupo alternativo. La puerta cedió, y el salón se llenó de padres alborotados.

"Nos han puesto toda clase de pegas, la información no nos ha llegado y seguimos sin informe del abogado", dijo Blanca González, cabeza de la alternativa a la dirección actual, después de que Ranchal decidiera aplazar la asamblea hasta dentro de 20 días.

"La gente se ha violentado porque a miembros de 20 APA nos les dejaban entrar, dijo Vicente Martínez Macià, de la agrupación de padres de Elche e integrante de la candidatura que pretende desbancar a la actual dirección de la federación. A su juicio, el proceso de elección de la nueva FAPA nace "viciado", porque no existe una junta electoral. "Quien convoca, dirige, coordina y da la información es la junta actual y, por lo tanto, el proceso de acceso a la información por parte de las 450 APA de la provincia de Alicante se ve frenado desde la FAPA", denunció.

"Pensamos que la lista alternativa de 64 asociaciones es suficiente para montar una candidatura, y propugnamos que la actual dirección abandone la presidencia y se constituya una gestora que, a través de una junta electoral, convoque nuevas elecciones", añadió.

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Sobre el argumento de falta de acreditación para votar que esgrimió la actual directiva de la FAPA para impedir el paso a la asamblea a miembros de la alternativa a Ranchal, Martínez Macià explicó que siempre hay algún caso de APA a quien falta algún recibo por pagar a la FAPA, o que no tenga en regla toda la documentación, pero "es demasiada casualidad que a la mayoría de asociaciones a las que han impedido el paso sean partidarias de la candidatura alternativa", señaló.

Ranchal, por su parte, habló de boicoteo a las elecciones por parte de sus detractores. A su entender, el proceso estatutario para llegar a las elecciones ha sido "legal" y "correcto". El censo, según Ranchal, "está establecido estatutariamente, y si alguna persona no está inscrita puede presentar alegaciones", dijo. Lo que ocurrió ayer, a su juicio, es que "personas que no estaban acreditadas para votar querían hacerlo".

Anunció la convocatoria de una nueva asamblea, en el plazo de 20 días. "Volveremos a convocar la asamblea y pondremos la documentación en manos del abogado . Aquí no se ha suspendido una asamblea; ha sido imposible realizarla por la invasión de una serie de personas", arguyó Ranchal.

El actual dirigente de la FAPA anunció que avisará a la policía para que vigile la próxima asamblea. "Si la barbarie es la que debe imponerse en un sistema democrático en vez de la razón, tendremos que estar preparados para soportar y sobrellevar esa barbarie", proclamó.

Ranchal aseguró que de no haber sido por los incidentes "hubiéramos sido elegidos" con el apoyo de entre un 70% y un 80% de los asistentes con derecho a voto. "Pero ha habido un grupo importante que ha impedido la celebración de la asamblea, reventando la puerta y arrollando a las personas de seguridad", denunció.

"Hemos dudado mucho, pero al final hemos optado por desconvocar la asamblea para evitar un problema de orden público", añadió.

La reunión concluyó con gritos de "pucherazo".

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