Las tropas rusas se encuentran ya a sólo dos kilómetros de la capital de Chechenia
Moscú reanuda los bombardeos sobre la república caucásica tras la cumbre de Estambul
La aviación rusa reanudó ayer los bombardeos de Chechenia, interrumpidos completamente el viernes a causa de la intensa neblina que reinaba en la zona, mientras las fuerzas rebeldes informaban desde Grozni de que las tropas del general Vladímir Shamánov se encuentran ya a unos dos kilométros de los suburbios occidentales de la capital de la república norcaucásica independentista. Sólo en la primera mitad del día, los aviones y helicópteros rusos realizaron 70 misiones de combate, tratando así de recuperar el tiempo perdido el viernes por el mal tiempo.
Blanco de las bombas y misiles rusos fueron, ante todo, Argún, ciudad ubicada a 16 kilómetros al este de Grozni; Urús Martán, capital del distrito homónimo, y Bamut, pueblo que, contrariamente a las informaciones que algunos medios de comunicación dieron hace unos días, todavía no ha sido tomado por los rusos.Estratégicamente, la localidad más importante de las tres nombradas es Urús Martán, a 31 kilómetros al suroeste de Grozni. Las tropas rusas forman una especie de arco de herradura alrededor de la capital chechena, y la toma de Urús Martán permitiría prácticamente cerrar el cerco. Por ahora los guerrilleros aún pueden huir de Grozni hacia el sur. Además, Urús Martán es considerado uno de los centros del wahabismo, la corriente fundamentalista islámica a la que pertenecen los guerrilleros más extremistas, como Shamil Basáyev o Jattab.
Las tropas del general Shamánov, comandante del frente oeste, ya se encuentran a dos o tres kilómetros del barrio capitalino Zavadskói (fabril) y del suburbio Andréyevskaya Dolina. Pero los hombres de Shamánov todavía tienen que conquistar en su retaguardia un enclave dominado por los guerrilleros. Se trata de Bamut, legendario pueblo checheno que en la guerra anterior ofreció una feroz resistencia a las tropas rusas. Y hoy allí se están librando "duros combates", según reconoció el propio Shamánov. El general ruso confía tomar en los próximos días este pueblo montañoso en la frontera con Ingushetia, que en tiempos soviéticos era famoso porque allí había una base de lanzamiento de misiles nucleares.
Shamánov, en una entrevista publicada ayer por el prestigioso diario Kommersant, reiteró que se dará de baja si Moscú ordena detener la ofensiva en Chechenia. "Vivimos en un Estado único en su género, en el cual los acontecimientos pueden dar un giro de 180 grados por la voluntad de una sola persona", declaró el alto oficial en una clara alusión al presidente Borís Yeltsin. A pesar de los temores de Shamánov, es improbable que Yeltsin ordene cesar el avance de sus tropas en Chechenia: a diferencia de hace cinco años, ahora la guerra es muy popular y cuenta con el apoyo tanto de la población como de la abrumadora mayoría de las organizaciones políticas rusas.
Valeri Manílov, el vicejefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas, dijo ayer que en Grozni queda muy poca población civil. Según el general, en la capital chechena habría entre 5.000 y 6.000 guerrilleros, pero muchos de éstos comienzan a abandonarla para irse a las bases que tienen preparadas en el sur de Chechenia.
Reunión en el Kremlin
En Moscú, Yeltsin fue inesperadamente al Kremlin por la mañana, donde recibió al ministro de Defensa, Ígor Serguéyev, y al de Exteriores, Ígor Ivanov, quienes le informaron sobre los documentos firmados en Estambul el viernes, día de clausura de la cumbre de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europea (OSCE). El líder ruso asistió sólo al primer día de la reunión de la OSCE, donde defendió la operación militar en Chechenia, y después Ivanov se quedó como jefe de la delegación. "Se ha dado un paso importante hacia la seguridad y la estabilidad en el continente europeo", opinó Yeltsin sobre la cumbre de Estambul, aprobando la labor de la delegación rusa.Yeltsin se entrevistó después con el primer ministro, Vladímir Putin, con quien analizó la situación en Chechenia y el desarrollo de la campaña electoral para las legislativas de diciembre próximo. Putin se había reunido horas antes con el alcalde moscovita, Yuri Luzhkov, y el ex jefe de Gobierno Yevgueni Primakov, los líderes de Patria-Toda Rusia, una de las organizaciones favoritas para los comicios parlamentarios.
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