El ex gestor de KIO en España se enfrenta a tres procesos
Javier de la Rosa ha visto cómo en 1999 se cierran buena parte de los sumarios abiertos contra él por sus actuaciones en el mundo de los negocios. Tras una instrucción que ha superado los cinco años de duración, el juez barcelonés Joaquín Aguirre ha abierto juicio oral contra De la Rosa por la descapitalización de Grand Tibidabo.La fiscalía le pide 13 años y ocho meses por los delitos de estafa, apropiación indebida, falsedad en documento público y delito fiscal. Algunas de las acusaciones particulares elevan sus peticiones hasta 25 años. Sus responsabilidades civiles se valoran en 13.300 millones de pesetas.
Junto a De la Rosa se sentarán en el banquillo Juan Cruells, Florencio Cerdà, Arturo Piñana, Carolina Malagelada, Ramón Fiter, Manuel Prado y Colón de Carvajal, Miguel Soler, Lluis Prenafeta y Armand Carabén. Todos ellos están implicados en operaciones que descapitalizaron a Grand Tibidabo durante los dos años en los que estuvo dirigida por Javier de la Rosa. En ese periodo, la sociedad perdió unos 30.000 millones de pesetas.
Por otra parte, la Audiencia de Barcelona celebrará el próximo 14 de marzo el que previsiblemente será el primer juicio español contra De la Rosa, esta vez acusado de falsedad e intento de estafa a los antiguos jeques del grupo kuwaití KIO mediante cartas falsas con su membrete. El fiscal pide tres años de cárcel. Este juicio se pospuso en septiembre pasado por alegar la defensa de De la Rosa que no se encuentra en condiciones adecuadas de salud física y psíquica.
La justicia inglesa condenó a cinco ex gestores de KIO en España, con Javier de la Rosa a la cabeza, a pagar a Torras 75.000 millones de pesetas y ordenó un embargo de bienes mundial por importe equivalente para el resarcimiento de la compañía por la gestión fraudulenta de sus intereses en España. Junto a De la Rosa fueron condenados el ex presidente de KIO, Fahad Al Sabah, el ex director general de KIO, Fouad Jaffar, el miembro de la familia real kuwaití Khaled Khaled Al Sabaj y el abogado Juan José Folchi.
