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Dos empresas extranjeras inactivas se benefician de los 1.049 millones de pesetas avalados por el Ivex

Cristina Vázquez

Dos empresas extranjeras -la belga Graficom y la tunecina Sonotube, vinculadas al grupo francés Lagier y ahora inactivas-, han sido las beneficiarias de las letras de cambio por importe de 1.049 millones de pesetas avaladas por el ex director general del Instituto Valenciano de la Exportación (Ivex) José María Tabares, sin conocimiento del consejo de la sociedad pública. Esta operación, destapada días después de que Tabares fuera relevado por el Consell de su cargo, le crea un agujero económico al Ivex de 1.049 millones de pesetas, a los que podrían añadirse otros 282 millones, también en letras de cambio, que todavía no han sido descontados. El caso, denunciado anteayer por el consejo de administración de la sociedad pública ante los tribunales, está en manos del juzgado de Instrucción número 15 de Valencia.La trama se puso al descubierto el 28 de septiembre cuando el Ivex recibe una notificación bancaria exigiendo el pago de unas letras de cambio por 70 millones de pesetas cuyo origen desconocen. El instituto descubre, tras una primera investigación, una serie de letras en circulación, de las que es libradora la sociedad tunecina Sonotube, que fueron aceptadas por la empresa belga Graficom y avaladas por Tabares (el director general del Ivex siempre ha tenido este poder).

Derechos de compensación

La relación de Sonotube, Graficom y el Ivex se remonta a 1995, año en el que Ford España pidió la colaboración del instituto para exportar sus coches a Túnez, país que, en contrapartida, exigía la venta de sus productos a la Unión Europea. Desde el país magrebí, Sonotube exportaba material eléctrico a la belga Graficom y el Ivex avalaba los pagos, todo para facilitar las exportaciones de Ford a Túnez. Esta relación se prolongó hasta el año 1997 sin que se observara problema alguno. Como explicó ayer la directora general del Ivex, Carmen de Miguel, el propio Tabares aseguró en un consejo de administración, celebrado en junio de aquel año, que el Ivex se desvinculaba de esas operaciones.

Las letras avaladas por Tabares fueron libradas en los meses de junio y septiembre y vencen entre el 29 de septiembre y el 14 de diciembre. "Sabemos que existen además otras letras que no han sido descontadas en los bancos y que están en poder de Sonotube, también garantizadas por el Ivex, por importe de 282 millones de pesetas", admitió la directora.

Ni los servicios administrativos ni el consejo de la sociedad pública conocían estas operaciones. Tampoco han encontrado hasta la fecha justificación documental ni registro en la contabilidad de las mismas. Ante la gravedad del caso, el Ivex contrató los servicios del bufete Garrigues Andersen y comunicó a los bancos que no reconocía las garantías firmadas por Tabares. Las letras, que empezaron a vencer el 29 de septiembre, no fueron pagadas por la empresa libradora Graficom "por lo que los bancos [cuatro en total] tenedores de las letras pueden exigir el dinero al Ivex como avalista solidario", admitió De Miguel. El instituto, con un presupuesto de sólo 1.700 millones de pesetas, suscribirá una póliza de crédito para hacer frente a eventuales mandamientos ejecutivos de los bancos. "Nos opondremos a todos los juicios cambiarios e intentaremos minimizar los daños", subrayó De Miguel.

Tabares, que trasladó su residencia a Sevilla cuando dejó la dirección del Ivex, se reunió por dos veces en Valencia con su sucesora. "El 4 de octubre, Tabares nos confirmó que había firmado los avales, pero no precisó ni el número, ni el importe ni los vencimientos. Tambien confirmó que no comunicó estas operaciones a nadie y que no tenía copias de los documentos acreditativos. Dijo que asumía personalmente toda la responsabilidad, que se había equivocado y que lamentaba los perjuicios que podía ocasionar al Ivex", relató De Miguel. Tabares añadió que había firmado estos avales para facilitar las ventas de Ford a Túnez. "Nosotros le recordamos", continuó la directora, "que en 1997, él dijo en un consejo que el Ivex se iba a desvincular de esta operación, y le insistimos en que el riesgo que había asumido era desproporcionado". El ex director se comprometió, de acuerdo con la versión de la directora, a gestionar ante Jean Luc Lagier, administrador de Sonotube y Graficom, una solución a este embrollo.

El instituto contactó igualmente con el administrador del grupo con sede en París y se reunió con él el 13 de octubre en Valencia. "Tras una vacilación inicial nos dijo que la operación había servido para financiar a Sonotube. El dinero se destinaba a cubrir saldos deudores de sus empresas y a sufragar inversiones en Túnez". Según De Miguel, Lagier dijo que afrontaría parte de la deuda, pero no hay constancia de que lo haya hecho. En un segundo encuentro con Tabares, éste asumió, de nuevo, toda la responsabilidad.

El ex director se encuentra en estos momentos ilocalizable y su sucesora aseguró ayer no tener noticias de él. Este diario ha intentado, sin éxito, localizarle en su casa de Sevilla, donde su esposa insiste en que está en viaje de trabajo y declina realizar cualquier otra declaración. Otras fuentes sitúan a Tabares en Japón.

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Sobre la firma

Cristina Vázquez
Periodista del diario EL PAÍS en la Comunitat Valenciana. Se ha ocupado a lo largo de su carrera profesional de la cobertura de información económica, política y local y el grueso de su trayectoria está ligada a EL PAÍS. Antes trabajó en la Agencia Efe y ha colaborado con otros medios de comunicación como RNE o la televisión valenciana À Punt.

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