El arte de sacar granadas a la luz
Ha habido hasta hoy un cargo sin lustre en el proceso de paz en el Ulster: el de presidente de la comisión de desarme. Y no precisamente por falta de trascendencia, sino por todo lo contrario. El desarme se convirtió en objetivo y condición número uno de los unionistas para permitirse mayores aproximaciones a los republicanos; y, hasta el momento, en el tema que el IRA se tomaba sin la menor prisa.Por ello, John de Chastelain, de 61 años, un general canadiense que logró desarmar a los indios mohawks en un enfrentamiento con el Ejército canadiense, ha pasado cuatro años intentando convencer a todos de que había que avanzar.
Ahora tiene, por fin, la atmósfera adecuada para encarar la recta final al desarme. Un objetivo que, él está seguro, se conseguirá en la fecha prevista, el 22 de mayo del año 2000. Nada tiene que ver el Ulster con los indios mohawks, pero el arte de sacar las bombas y granadas de debajo de una mesa de negociación es todo un desafío que le coloca, por fin, en su hora estelar.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.