El frío obliga a abrir antes de lo previsto el albergue de Mayorales

El albergue municipal de Mayorales, que funciona sólo en los meses de frío, abre hoy sus puertas a las personas sin hogar (de 21.00 a 9.00). El Ayuntamiento de Madrid ha adelantado la apertura de este refugio de 110 plazas, prevista para el 25 de noviembre, ante el mal tiempo y las bajas temperaturas que se registran en la región. Desde hoy se habilitarán también 30 camas en el Centro de Acogida de San Isidro (CASI), que, durante el resto del año dispone de 269 plazas.Sin embargo, el albergue del Don de María, con 80 plazas concertadas con la asociación Casa de los Pobres, en el parque del Emir Mohamed (Centro), no abrirá hasta dentro de unos días, ya que está siendo reformado. Se trata de un centro de baja exigencia en cuanto a horarios y normas, aunque por eso mismo es uno de los menos tranquilos.

Tampoco se habilitará la sala nocturna de la estación de metro de Atocha, donde suelen cobijarse los indigentes más desarraigados y reacios a acudir a albergues, hasta que los termómetros bajen de los cero grados.

En la región existen otras 600 plazas en albergues religiosos, como los de San Martín de Porres, Damas Apostólicas, Jesús Caminante y San Juan de Dios. Casi todos reciben algún tipo de subvención de las instituciones.

A todos estos recintos acuden cada vez más inmigrantes, pero hay un albergue específico para transeúntes extranjeros y solicitantes de asilo, que regenta Cruz Roja en San Blas.

Hay, además, tres centros de estancia nocturna (sin camas), dos sólo para toxicómanos, uno en el poblado marginal La Rosilla (Vallecas Villa) y otro en Moncloa, y el tercero, para cualquier indigente, en Tetuán. En ellos hay asistentes sociales, sanitarios y abogados y los usuarios pueden ducharse y comer caliente.

Los ciudadanos que sepan de alguien que precise de estos recursos pueden avisar al SITADE, 900 100 333. Más del 90% de las 1.300 camas que hay en la región para atender a las personas sin hogar se encuentran en la capital. Sólo Aranjuez y Colmenar Viejo cuentan con cien plazas en refugios gestionados por entidades religiosas.