Las reglas

José Mercé y su grupoCon Moraíto Chico al toque. Palau de la Música. Valencia, 14 de noviembre de 1999.

El buen flamenco en directo tiene algo de inesperado, de irrepetible, a tono con un momento concreto de inspiración y de contacto con el público. El duende no se programa. Los grandes cantaores, y Mercé es uno ellos, no suelen atenerse a un libreto previamente escrito. Y la presentación de un álbum, acorde con las leyes del markéting discográfico, no deja de ser un libreto. El jerezano, por primera vez, viaja sujeto a las leyes de la promoción, con su tiempo de entrevistas y apariciones en televisión o radio para después emprender la gira que, se espera, impulsará las ventas del disco por encima de las más de 125.000 copias ya expedidas. Mercé machacará en sus recitales las alegrías de La Luna de la Victoria, la bulería Pueblecito mío, los tangos Del amanecer..., o La Primavera o Te roza y te quema, que vienen a ser dos canciones aflamencadas no exentas de gracia, material todo del nuevo disco y firmado por Vicente Amigo. Y lo hará con el abigarrado acompañamiento que mostró en el inicio de su gira en Valencia: bajo eléctrico, amplia percusión y coros más dos guitarras. No importará que un día su cuerpo esté sólo para la soleá y le pida cantes ajenos al disco o que desee sentir una guitarra a su lado, sin más. Pero las reglas son las reglas y el cantaor las respetó en su concierto, aunque se reservó para el principio el Mercé más genuino, con una toná y después unas alegrías y unos fandangos en los que sólo le acompañaba el toque de Moraíto Chico, con quien sintoniza a la perfección y hubo hasta cierta magia. Luego le tocó cumplir y lo hizo en tono festivo, lo que, en el fondo, también encaja con un principio de gira en el que hasta el guitarrista, a pesar del aire de intelectual flamenco que emanaba, se marcó un baile simpático.