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MONUMENTAL DE MÉXICO

La pureza del toreo ecuestre de Pablo Hermoso de Mendoza

Existe una perfecta armonía entre la depurada técnica de Pablo Hermoso de Mendoza y la pureza con que torea, y digo torea porque una cosa es el rejoneo sucedáneo finisecular y otra es el toreo ecuestre del navarro.El caballero en plaza puso en pie durante su actuación a la concurrencia por su espectacular toreo a caballo.

Hizo el paseíllo con Albaicín, pero recibió al pronto y codicioso Yoni, que abrió plaza, aplaudido en el arrastre, montando a Labrid, y con dos emotivos quiebros dejó sendos rejones de castigo. Montando a Cagancho de través -como le llaman los portugueses-, o sea, de costado, galopó el redondel y fijo a la grupa templó la embestida del toro. Al clavar la primera banderilla larga, Cagancho fue alcanzado por las astas del toro y recibió una cornada de 15 centímetros en el anca derecha.

San Marcos / Gutiérrez, Mejía; Hermoso

Cuatro toros de San Marcos, chicos, mansos y peligrosos, excepto el 6º. Jorge Gutiérrez: estocada (silencio); tres pinchazos y estocada baja (abucheos). Manolo Mejía: dos pinchazos y estocada caída (silencio); estocada desprendida (oreja).Dos toros de Manuel Martínez despuntados para rejoneo, presentables, bravos. Pablo Hermoso de Mendoza, nuevo en esta plaza: siete pinchazos y pie a tierra, dos descabellos (ovación y salida al tercio); pinchazo y rejón de muerte (dos orejas); el caballo Cagancho sufrió una cornada de 15 centímetros en un anca. Monumental Plaza México, 14 de noviembre. 2ª corrida de la temporada. Casi lleno.

El navarro cambió de jaca y con Chicuelo, en tres ocasiones, hizo cabriolas y luego magistralmente colocó banderilla larga y ejecutó un giro inverosímil frente a los pitones a la salida de la suerte. Después sacó a Mazzantini y, acudiendo de frente dos veces, logró reuniones en un palmo de terreno para clavar una banderilla corta.

Por su desacierto con el rejón de muerte perdió los trofeos, pero fue prolongada la ovación que recibió al salir al tercio.

Con Quechua efectuó varios impresionantes giros para fijar al alegre y codicioso cuarto, que mereció el arrastre lento. Ejecutó tres quiebros y acertadamente dejó tres rejones de castigo. Con Albaicín, con mucha seguridad, volvió a dar de costado la vuelta al ruedo llevando en la grupa al toro llamado Navarro y le templó la acometida. La banda tocó una diana en su honor. Montando a Abdebarrán dejó que el burel le llegara al estribo para ponerle en tres ocasiones banderillas cortas; la última, al relance. De nuevo con Mazzantini, colocó a dos manos tres soberbios pares de palitroques en todo lo alto.

Durante su toreo acentuó las ventajas que siempre dio a Yoni y a Navarro.

Aunque el segundo punteaba y el quinto fue áspero y calamochaba, Jorge Gutiérrez se vio indolente y medroso.

Manolo Mejía se mostró empeñoso con el bronco tercero y al remiso que cerró plaza terminó metiéndolo a la muleta. El animal desarrolló nobleza y el diestro de Tacuba lo aprovechó corriéndolo la mano por el derecho con suavidad.

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