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Escuela antipánico

Las historias vividas por el teatro Pavón y el grupo Zampanó ofrecen similitudes. Ambas vienen de tiempo atrás y están marcadas por la incertidumbre.La del Pavón arranca en 1925, cuando el teatro fue inaugurado por Alfonso XIII. La de Zampanó Teatro se remonta a 1981, cuando los actores José Maya y Amaya Curieses, provenientes del teatro independiente madrileño, deciden fundar una compañía estable de repertorio clásico con la intención de recuperar y actualizar los clásicos españoles, algo que convierte a este grupo en pionero en nuestro país en su dedicación a los autores del Siglo de Oro y en unos auténticos aventureros.

Desde entonces, y convertidos además en directores de escena, han puesto en pie 17 montajes teatrales y otras tantas versiones actualizadas. Todo lo han hecho sobre una base débil y llena de problemas, ya que no hay tradición por nuestros clásicos (paliada por la Compañía Nacional de Teatro Clásico, que fundara Adolfo Marsillach en 1986), y porque los actores españoles suelen tener pánico al verso, técnica que algunos nunca han practicado. "De ahí se desprende nuestro interés por ligar el proyecto del teatro Pavón al de un centro de producción y exhibición del teatro del Siglo de Oro, que contaría con la Escuela Teatro Clásico de Madrid", dicen Curieses y Maya.

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Los últimos románticos reabren el teatro Pavón

Allí se impartiría enseñanza teórica y práctica, con dos niveles diferenciados; unos cursos irían dirigidos a profesionales y otros serían introductorios, bien para actores primerizos, bien para algunos más duchos pero inexpertos con el verso.

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