La promesa de un Gobierno con la mitad de mujeres crea expectación en el PSOE

La promesa de Manuel Chaves de formar un Gobierno con el 50% de hombres y mujeres, si renueva la mayoría en las urnas en la primavera, ha causado sorpresa en las filas socialistas. La propuesta ha sido bien acogida, pero los dirigentes del PSOE, sobre todo los varones, muestran cierto escepticismo y prefieren esperar a ver qué hace finalmente su secretario general antes de darle ninguna idea. En el pleno de la ejecutiva del pasado lunes, uno de estos dirigentes expresó en voz alta sus dudas sobre la viabilidad de la apuesta.Las inquietudes de las mujeres del PSOE son otras. Opinan que en su partido hay tantas mujeres como hombres para ocupar puestos de responsabilidad, pero lo que no tienen tan claro es si cuando su presidente hace pública su intención de constituir un Ejecutivo paritario ha puesto los ojos en ellas, las que ocupan un cargo orgánico en el partido, o en las independientes, cuya presencia en los actuales puestos de relevancia de la Junta casi iguala a la de las militantes: el 45% de las 60 mujeres que ocupan altos cargos no tienen carné. De hecho, dos de las consejeras del Gobierno vigente, las titulares de Economía y Hacienda, Magdalena Álvarez, y de Cultura, Carmen Calvo, no eran militantes cuando fueron elegidas. Álvarez ya es militante y Calvo sigue sin afiliarse.

En este sentido, una veterana socialista se queja de que cuando se han fijado cuotas de la presencia femenina en su partido ha sido por decisión de los hombres: "Aquí lo que tiene que haber no son sólo consejeras, sino una mujer que ocupe la secretaría de organización o la secretaría general". En un rastreo por la cantera socialista de cada organización provincial del PSOE salen muchos más nombres de mujeres relevantes de los que en un principio se podría pensar.

Manuel Chaves ha ido también lejos respecto a la composición de las candidaturas para generales y autonómicas y ha pedido que estén integradas en igual cantidad por mujeres que por hombres. En un principio se fijó un 25%, después que ninguno de los sexos tuviera más del 60% ni menos del 40%. Con la paridad en las candidaturas, la mitad de los algo más de 200 puestos que hay que cubrir en el Parlamento andaluz, el Congreso de los Diputados y el Senado deben ser mujeres. Esto creará dificultades, dado el complejo y largo proceso de la elaboración de las candidaturas, pues, a veces, los perfiles propuestos no coinciden con el juego de mayoría y minoría de las distintas familias socialistas y cualquier pieza mal encajada puede abrir una grieta. Y hay más: en cada provincia, la cabeza de lista bien del Congreso o del Parlamento andaluz, debe tener nombre de mujer.PÁGINAS 4 y 5