La vida de Tudjman, pendiente ya sólo de los aparatos médicos

La salud del presidente de Croacia, Franjo Tudjman, de 77 años, empeoró en la noche del viernes al sábado, según el último parte médico, difundido ayer por la radio oficial, que informó de que se había logrado detener la hemorragia interna, pero ahora le falla el estómago. La impresión en Zagreb es que la vida de Tudjman ya sólo depende de la decisión de desconectar los aparatos que artificialmente mantienen sus órganos funcionando.

La situación agónica de Tudjman plantea el problema de tomar una decisión para declarar su incapacidad, al menos temporal, y sobre la conveniencia de convocar las elecciones presidenciales junto con las legislativas si el presidente muere.El parte médico no pudo ser más escueto, pero al mismo tiempo revelador del grado de deterioro de Tudjman, quien "requiere todavía tratamiento intensivo, aunque se ha parado la hemorragia de sus órganos internos. En la última noche se presentaron dificultades en el funcionamiento de su aparato digestivo". Los periódicos, incluso afines al régimen, escribían ayer sin rodeos que la situación de Tudjman es desesperada. Así, Vecernji List informaba, sin confirmación oficial, de que el presidente está desde hace días conectado a aparatos que lo mantienen vivo.

Tudjman se halla internado en la planta séptima de un hospital de la Seguridad Social, de moderno diseño arquitectónico, situado a seis kilómetros del centro de Zagreb. En un día gris, frío y otoñal no se advertía en absoluto, ni en los alrededores ni el interior del hospital, que allí se extingue la vida del creador de la nueva Croacia. En la planta séptima, una pareja, hombre y mujer, se encontraba a la puerta del ala que sin duda conduce al lugar donde se encuentra Tudjman. Sin identificarse, los dos funcionarios de paisano, con gesto decidido, invitaron al enviado de este periódico a tomar el ascensor de vuelta a la planta baja.

En las calles del centro de Zagreb, grupos de políticos, periodistas y personajes de la farándula local mantenían animadas tertulias en el café de Charlie, propiedad de un antiguo futbolista del equipo hoy llamado Croacia, antes Dinamo, una de las debilidades del doliente Tudjman, notorio aficionado futbolístico que logró la cuadratura del círculo: pasar de presidir en Belgrado el equipo más representativo del régimen comunista, el Partizan, a hincha fanático del rebautizado Croacia de Zagreb. Este dato, trivial en apariencia, resulta revelador de la personalidad del hombre fuerte que ahora agoniza, porque pone de manifiesto su capacidad de reconvertirse y pasar de general más joven del Ejército comunista yugoslavo a feroz nacionalista croata.

En los corrillos del café se mezclaban personajes como el abogado personal de Tudjman, Zelko Olujic, periodistas despedidos de la televisión oficial por disentir y hasta la madre del jugador de baloncesto Drazen Petrovic, ex jugador del Real Madrid y de la NBA que murió en un accidente de automóvil en Alemania. La señora recordaba con nostalgia el día en que Tudjman la llevó en su avión a los Juegos Olímpicos de Barcelona y para ello dejó en tierra a un ministro de su séquito. El abogado Olujic declaraba: "Percibo al presidente como el creador del Estado croata. Soy su amigo personal y le defendí ya en 1981, cuando tuvo que afrontar la justicia en un caso prefabricado en su contra. Siento su enfermedad como algo personal y comparto estos sentimientos con la mayoría del pueblo".

De forma más irreverente se manifestaba un periodista perseguido por el régimen que, a la pregunta de quién puede tomar la decisión de desconectar los aparatos que mantienen a Tudjman con vida, respondió: "Sería bueno que fallase la electricidad".

El tono general de los comentarios entre los políticos de oposición era de respeto por la delicada situación que atraviesa el presidente. No obstante, al hacer una valoración política de la enfermedad de Tudjman, el director del semanario opositor Nacional, Ivo Pukanic, afirmó: "Su desaparición abre nuevos horizontes para Croacia, que podrá arrancar con más facilidad hacia Europa. Ahora se crearán las condiciones para el desarrollo de las instituciones democráticas. Las personas de su entorno vivían con terror a él y ahora sienten alivio, porque van a poder trabajar con normalidad".

La cuestión política que se debate entre bastidores es la declaración de incapacidad del presidente, que corresponde al Tribunal Constitucional, a petición del Gobierno. Además se especula ya que, si Tudjman muere, tal vez se podrían convocar las elecciones presidenciales junto con las legislativas, que estaban previstas, pendientes de la firma definitiva del presidente, para el próximo 22 de diciembre. Ahora, al aplazarse la disolución de la Cámara de Diputados, que se esperaba para el pasado viernes, todo indica que las elecciones legislativas se celebrarán ya el año que viene. La Constitución estipula que se celebren 60 días después de la disolución de la Cámara de Diputados, que ahora consumirá la legislatura hasta el próximo día 27.