Turquía sufre otro terremoto de 7,2 grados que causa al menos 120 muertos y 1.300 heridos
Un nuevo terremoto, el séptimo en menos de tres meses, azotó Turquía y causó la muerte de, al menos, 120 personas y dejó más de 1.300 heridos, la mayoría en la localidad de Duzce, en el noroeste del país. El observatorio sismológico de Kandili informó de que el seísmo tuvo una magnitud de 7,2 grados en la escala de Richter y fue sucedido por cinco réplicas que superaron los cinco grados. El epicentro se registró en Duzce, localidad de 80.000 habitantes a unos 250 kilómetros de Ankara. Las primeras imágenes ofrecen un panorama desolador que supera el del devastador terremoto que sacudió Turquía el pasado 17 de agosto, en el que fallecieron unas 35.000 personas.
El primer ministro turco, Bulent Ecevit, dio una primera cifra oficial de 17 muertos y dijo que son muchos los heridos y las personas atrapadas bajo los escombros de los edificios desplomados, sin concretar cifras. El canal de televisión privada NTV elevó a primera hora de la noche el número de víctimas a 34. Ya de madrugada, el viceministro de Salud turco, Haluk Tokucoglu, anunció que la cifra de muertos subía hasta los 120 y advirtió de que las autoridades turcas temían que el número de fallecidos por el séptimo terremoto en sólo cuatro meses siga aumentando a medida que avanzan las labores de rescate de los atrapados entre los escombros.La cifra de heridos ocasionada por el fuerte seísmo, que ha devastado la ciudad de Duzce, donde se localizó el epicentro, se calculaba esta madrugada en más de 1.300, según datos no oficiales.
Tanto la localidad de Duzce como la vecina Bolu han quedado sin suministro eléctrico y con las líneas telefónicas cortadas. Kaynasli, una pequeña aldea a 15 kilómetros de Duzce, quedó reducida a migas. También ha quedado cortada la autovía que une la zona afectada con Estambul, unos 200 kilómetros al oeste.
Los hospitales de las dos poblaciones no pueden atender a los heridos por los temblores constantes y la falta de electricidad y han optado por asistirlos en los jardines. Los centros han lanzado un llamamiento urgente para que médicos y ambulancias acudan a la zona. Duzce ofrece un panorama desolador, con incendios extendiéndose por los edificios sin que los bomberos puedan acudir a sofocarlos porque el temblor ha convertido en escombros la brigada de bomberos y en víctimas a sus trabajadores.
El Ejército está colaborando en las labores de rescate mientras desde Ankara y otras localidades se han enviado ambulancias y equipos para socorrer a las víctimas de este nuevo seísmo.
Las autoridades han suplicado a la población que no salga a las carreteras que conducen a la zona arrasada para no bloquear el tránsito de los equipos de rescate y ambulancias. Ankara ha recibido ya a algunos de los heridos por el seísmo y ha preparado tres hospitales para socorrer a las víctimas.
Fuentes oficiosas han informado de que dos personas murieron también en la localidad de Adapazari, a 40 kilómetros de Duzce, y que fue la más castigada por el seismo de agosto. Otra persona murió de un ataque al corazón en la localidad costera de Yaloba, en el mar de Mármara.
Una ola de pánico ha sacudido Turquía, desde Estambul hasta el centro de Anatolia, con sus pobladores abandonando precipitadamente sus casas por temor al derrumbe de sus edificios tras la trágica experiencia de agosto, cuando se denunció la fragilidad de muchas viviendas de mala construcción.
El terremoto se sintió con fuerza también en Ankara, pero al parecer no hay víctimas ni destrucciones en la capital. El presidente de Turquía, Suleyman Demirel, lamentó que su país se enfrente "a un nuevo desastre". El temblor ocurre seis días antes de una cumbre de la OSCE en Estambul, a la que tienen previsto asistir los presidentes de EEUU, Bill Clinton, y de Rusia, Borís Yeltsin.
Un equipo de bomberos de Huelva, que ya participó en las tareas de rescate del terremoto del 17 de agosto, partió anoche en dirección a Madrid para embarcar hoy en el primer avión que salga hacia Turquía.
